La profesional titulada de la Escuela de Pedagogía en Educación Diferencial de la Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt inició su vida laboral en marzo de este año en el Programa de Integración Escolar (PIE) de la Escuela Inés Muñoz de García, en la ciudad de Castro.
Su trabajo consiste en el apoyo a estudiantes con necesidades educativas especiales junto a un importante equipo compuesto por educadoras diferenciales, intérpretes de lengua de señas, co-educadora sorda especialista en matemáticas, trabajadora social, psicóloga y fonoaudiólogas -estas últimas exalumnas UACh-.
La joven profesional, pese a no haber nacido en el archipiélago, dice sentirse más chilota que las papas. “Vivo desde los 11 años aquí, estudié en una escuela rural en el sector de Tey y en el Liceo Galvarino Riveros. Toda mi familia es del archipiélago.”
Vive en el sector rural de Putemun, donde llegaron con su madre y su hermana desde Punta Arenas. “Mi madre es muy esforzada, es ella quien luchó junto a mí para que pudiese irme a estudiar a la ciudad de Puerto Montt. Ella es el pilar fundamental para que yo esté aquí como profesional egresada de la Universidad Austral de Chile”.
La docente destacó asimismo que la pedagogía es su vocación: “Creo entender que mi vínculo con la pedagogía nació desde el corazón. Siempre que me pregunto por qué habré estudiado esto respondo que simplemente seguí el llamado, el instinto de formar personas para la vida.”
Su día laboral comienza muy temprano para trasladarse desde el sector rural donde vive hasta su escuela en Castro. “Una de las primeras cosas que hago -sobre todo en este año tan frío-, es buscar astillas y prender fueguito en el aula de recursos. Luego me programo y hago un repaso de lo que tengo que hacer en el día. La mayor parte del día la paso en aula común, trabajando con niños de 3º y 4º básico del PIE, de entre 8 a 10 años, que presentan necesidades educativas especiales de carácter transitorio y permanente. Otros días trabajo con mis estudiantes en el aula de recursos, reforzando los contenidos que más lo requieren y buscando las estrategias para que los aprendizajes sean más significativos, utilizando las diferentes herramientas según lo requieran las necesidades individuales de cada estudiante”, explicó.
Por último, la joven profesora envió un mensaje a los jóvenes que hoy estudian pedagogía diferencial: “Para ser parte de la educación y poder aportar en esta sociedad de manera significativa hay que tener vocación y amor por el arte de enseñar”.