En la Granja Tierra Viva, ubicada camino a Correntoso, en el sector Polincay, se realizaron hace pocos días las primeras sesiones de Hipoterapia del proyecto financiado por la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile “HIPOTERAPIA: Oportunidades de Desarrollo y Comunicación para Niños, Jóvenes y Adultos Autistas y/o Síndrome de Asperger”, dirigido por el académico de la Escuela de Pedagogía en Educación Diferencial Mg. René Barra Aeloíza.
Desde muy temprano los equipos de monitoras voluntarias de hipoterapia, todas estudiantes de primero y segundo año de la Escuela de Pedagogía en Educación Diferencial esperaban a sus estudiantes, de entre cuatro y nueve años, de la Escuela «Camino de Esperanza» de Puerto Montt, para iniciar el trabajo luego de un largo y acucioso entrenamiento realizado por el Director y propietario de Tierra Viva Dr. Lionel Sariego, médico veterinario, quien comprometió su apoyo al proyecto, el cual ha significado un aprendizaje muy importante como actividad complementaria en la formación profesional que desarrollan las estudiantes de la UACh.
Estas sesiones de hipoterapia se desarrollan una vez por semana, con el propósito de conseguir vínculos constantes con el animal mediador de la relación con adultos, todo lo cual propiciará la mejora de procesos comunicativos fundamentales con los niños autistas, principales beneficiarios de esta iniciativa.
Al respecto el director del proyecto profesor René Barra, destacó que esta herramienta es un puente de comunicación entre los niños autistas que están en la escuela actualmente teniendo como mediador la experiencia y el contacto con los caballos. “La terapia asistida por animales es una buena herramienta postural para personas que tienen dificultades motoras y aquí estamos tratando de abrir una puerta hacia la comunicación y la relación que es la dificultad que tienen los niños autistas.”
Sobre las estudiantes, destacó el académico que se han transformado en voluntarias bien capacitadas, “han tenido que aprender a vincularse con los caballos, tomarlos en el campo, cepillarlos, ponerles los implementos. Ha sido enriquecedor para las estudiantes en su formación, pues esto, no es parte del programa que, de enseñanza en las universidades, pero es importante que ellas tengan la experiencia de una nueva manera de vincularse con niños autistas. Parte de esta formación que parece muy incipiente tiene el sentido de que ellas puedan venir en forma individual a seguir el voluntariado acá en la granja educativa y posteriormente irse perfeccionando y ser hipoterapeutas eso está absolutamente abierto para las estudiantes de educación diferencial de la UACh.”
La profesora de la Escuela Camino de Esperanza, Soledad Rozas, destacó que van a ir trabajando el contacto con el caballo, también en el área de la planificación motriz, en la organización de las tareas, el movimiento del caballo ayuda mucho a esta organización. “Pretendemos que de todas estas sesiones periódicas, veamos un resultado al final de la terapia, estamos muy entusiasmados, lo hemos preparado con mucho cariño con anticipación las alumnas han conocido a los niños, se han instruido de cómo son, entonces estamos todos expectantes a que esto y vaya evolucionando de apoco y contentos de haber sido beneficiados con este proyecto.”
La alumna de primer año de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial, Daniela Ojeda, en su primer día de experiencia como monitora voluntaria de hipoterapia con niños autistas, destacó que fue un trabajo fuerte pero muy enriquecedor, una bonita la experiencia ya adquirida que a futuro va a ser más enriquecedora para ayudar a niños, “me veo como voluntaria de hipoterapia e invito a la gente a venir y conocer el trabajo que se hace con los caballos.