El proyecto, que busca apoyar la adopción de metodologías y herramientas b-learning en establecimientos educacionales, con foco inicial en las matemáticas y las ciencias de la computación, se denomina Aprender y enseñar en el siglo XXI.
La iniciativa está enfocada en las comunidades educativas, principalmente profesoras, profesores y estudiantes y equipos directivos de al menos ocho establecimientos públicos de la Región de los Ríos.
El equipo del proyecto es liderado por el académico Luis Álvarez del Instituto de Informática de la UACh junto a Valeria Henríquez, ingeniera civil en informática, actualmente doctoranda de la UPM, quien además se ha desempeñado como profesora adjunta, y Henrique Chevreux Oliveira, Cientista de la Computación, quien también fue profesor adjunto de la UACh en años anteriores.
Cabe señalar que esta iniciativa es la continuidad del proyecto FIC15-10 “Aprender y Enseñar Matemáticas en el Siglo XXI” desarrollado durante 2016, oportunidad en que participaron seis establecimientos educacionales de las provincias de Valdivia y del Ranco.
El Prof. Luis Álvarez explica que en ese momento la adopción de metodologías b-learning dentro de la enseñanza formal se veía como algo futurista, pero ahora producto de la pandemia se ha vuelto una necesidad generalizada. Cabe indicar que según el MINEDUC durante 2020 no se alcanzó 60% de los aprendizajes, sin embargo, los profesores que participaron del proyecto FIC15-10 lograron sobrellevar de mejor manera la educación virtual.
“Entonces la meta con el proyecto adjudicado este año es fortalecer el capital humano para enfrentar futuras situaciones que conduzcan a la educación no presencial, consolidando las buenas prácticas de los establecimientos que han adoptado metodologías b-learning y extenderlas a otros establecimientos de la región, para atender a la diversidad de niveles de conocimiento de los estudiantes, fomentar su autonomía y brindar educación personalizada como la norma y no como la excepción”, señala el académico.
Sumado a lo anterior, la inclusión de ciencias de la computación en el currículo de enseñanza básica y media presenta una importante oportunidad para una siguiente etapa del proyecto. En este sentido, se busca que desde edades tempranas se genere una atracción y predisposición a la selección de carreras STEM.
Desafíos para las comunidades educativas
La educación híbrida o b-learning llegó para quedarse, pero el sistema educativo no está lo suficientemente preparado. Al respecto, el equipo del proyecto menciona que uno de los desafíos más relevantes para las comunidades educativas es determinar qué adecuaciones pedagógicas realizar y elegir el kit de herramientas para realizar la clase cuando la sincronía no es posible. Por ejemplo, Google for Education lista al menos 50 aplicaciones que pueden ser utilizadas para complementar Google Classroom.
Sin embargo, hay interrogantes sobre el uso de estas herramientas virtuales. ¿Cuáles de estas realmente son valoradas por las comunidades educativas? ¿Cómo son utilizadas durante la clase? ¿En qué medida permiten la personalización del proceso de aprendizaje? Todas ellas son preguntas sin respuestas para muchos actores involucrados, lo que dificulta la adopción de tecnologías educativas.
En consecuencia, esta iniciativa pretende ayudar a resolver estos problemas desarrollando un plan de formación de profesores y formando comunidades de práctica donde se intercambien experiencias. “Además del fuerte componente tecnológico del proyecto, estamos muy interesados en fomentar comunidades de práctica donde se pueda interactuar con los pares”, señala el Prof. Álvarez.
Precisa que desde los años 80 se conoce el efecto dos-sigma de Bloom. El psicólogo educativo Benjamin Bloom encontró que el estudiante usando aprendizaje de dominio con tutoría uno-a-uno se desempeña, en promedio, dos desviaciones estándar mejor que los estudiantes con métodos convencionales. A pesar de ese resultado extraordinario (revalidado continuamente en experimentos replicados), el mismo Bloom y otros investigadores concluyeron que, desde el punto de vista práctico, las tutorías uno-a-uno eran “muy costosas para la mayoría de las sociedades a gran escala”.
Aunque eso fuera cierto respecto al costo en aquel entonces, actualmente, utilizando los enormes avances en las tecnologías y metodologías es posible lograrlo. Por ello, en este proyecto se busca implantar el estado del arte respecto a metodologías y herramientas b-learning, como también la habilitación y gestión de comunidades de práctica donde ocurran tutorías uno-a-uno entre cada tipo de actor involucrado en las comunidades educativas de la Región de Los Ríos.