La adjudicación en el Concurso Regular 2018 del Programa FONDECYT, obtuvo el proyecto de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, “Herpes Simplex Virus type 1 Infection disturbers homeostasis and neuronal Proteostasis: A Possible link with Alzheimer’s disease pathogenesis” (Infección de Virus Herpes Simplex tipo 1 perturba la homeostasis y la proteostasis neuronal: un posible vínculo con la patogénesis del Alzheimer).
Desarrollado por equipo liderado por la Dra. Carola Otth, académica del Instituto de Microbiología Clínica, el proyecto corresponde al único elegido de esta Facultad por el concurso FONDECYT Regular 2018, de un total de 19 adjudicaciones de la UACh. (Ver nota relacionada)
La Dra. Otth, quien también es Directora de la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina, explica que el trabajo es una continuidad de la línea de investigación básica de este equipo de científicos, relacionada con “la comprensión de los mecanismos patogénicos de ciertos virus que tienen la capacidad de infectar neuronas y, de esa manera, entender cómo ocurren los mecanismos patogénicos y las respuestas del huésped frente a este daño”.
En este marco, especifica que “nuestro foco está dado en el Virus Herpes Simplex tipo 1 que tiene la particularidad de que, cuando accede al sistema nervioso central, se aloja en la misma zona dañada de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, se desconoce los mecanismos moleculares que pudiesen contribuir en el desencadenamiento de esta enfermedad”.
Generando nueva evidencia
La experta UACh resalta que a través de diferentes investigaciones “en los cuales hemos contribuido como laboratorio y reconocidos a nivel nacional e internacional, demostramos que cuando se infectan neuronas con el Virus Herpes Simplex tipo 1 se reproducen ciertos marcadores que son característicos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer”.
Específicamente, en el reciente proyecto adjudicado se analizará de qué manera este virus altera la producción y degradación de proteínas, esto gracias a la participación como coinvestigadora de la Dra. Patricia Burgos, experta en el estudio de estos procesos celulares. Al respecto, la Dra. Otth explica que en una célula se producen constantemente proteínas, sin embargo, cuando las proteínas quedan “mal hechas” tiene mecanismos que se activan para degradarlas. “Hemos visto preliminarmente que los virus que deben producir sus propias proteínas para formar grandes cantidades de virus, modifican estos procesos de regulación de las células, generando que la célula produzca proteína sin control contribuyendo a que se conciban proteínas mal plegadas o dañadas y se concentren en depósitos en distintos lugares, en este caso en el sistema nervioso. Eso es un mecanismo que está descrito en la enfermedad de Alzheimer”.
Por ello, esta nueva investigación contribuirá con más evidencia para esclarecer cómo el Virus Herpes Simplex tipo 1, puede también contribuir a desencadenar esta desregulación asociada a enfermedades neurodegenerativas.
En cuanto al método a utilizar, se basará fundamentalmente en modelos in vitro realizados en laboratorios de la Facultad de Medicina, donde “tenemos distintas líneas de origen neuronal, cultivo primario, que se infectan con virus y analizan diferentes componentes de la mecanística de la célula asociada con la síntesis de degradación protéica”, explica la académica.
Aparte de la Dra. Otth, el equipo de investigación de este proyecto está conformado por la Dra. Patricia Burgos del Instituto de Fisiología, la Dra. Ángara Zambrano del Instituto de Microbiología Clínica y la Dra. Carolina Martin, Sede Puerto Montt.
El proyecto comienza este 2018 y tiene 4 años de duración.
Necesidad de más apoyo
Para la Dra. Carola Otth “este concurso ha estado cargado de emociones, por un lado alegría por haber sido seleccionados pero por otro preocupación, ya que hemos tenido una baja considerable como Universidad y aún más como Facultad en cuanto a adjudicaciones FONDECYT”.
Para ella, el motivo no son los bajos niveles de las investigaciones sino que los fondos no son suficientes. “Cuando uno ve el esfuerzo de los colegas en lograr adjudicación de fondos en temas que son muy interesantes, de alta importancia e impacto, genera angustia saber que no son seleccionados por falta de fondos. Aquí es donde son fundamentales las redes de trabajo, colaborar, apoyar a los colegas. La vida de un científico es dura, uno no puede caerse, hay que levantarse y seguir intentándolo una y otra vez, buscando, reinventándose, colaborando”, reflexiona.
En este sentido, recalca que también “es importante que las autoridades reflexionen en este resultado, en el sentido de apoyar más a los investigadores que tienen líneas interesantes, con trayectoria y que por diferentes factores están sin financiamiento, es fundamental sentir el apoyo de la institución para que los investigadores puedan seguir funcionando, porque muchas veces cuando uno queda sin proyecto hay detrás un grupo humano que está trabajando, estudiantes, asistentes, y por lo tanto el no tener más apoyo genera que estos grupos cada vez se debiliten más. Relevante es además regular las reglamentaciones institucionales, para evitar sobrecargar a los docentes con tantas funciones y permitir que el académico que investiga tenga el tiempo necesario para ello; valorando la labor de cada académico en sus fortalezas docentes o investigativas. Otras universidades ya tienen estas reglamentaciones. Si no nos modernizamos no seremos competitivos”.