Debido a que la frecuencia de la floración de la Puya alpestris fluctúa entre dos y cinco años, cada vez que lo hace llama la atención. Sus hermosas flores no pasan inadvertidas para nadie y la oportunidad de verlas se volvió a presentar en el el Arboretum de la Universidad Austral de Chile, predio que administra la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, donde hay más de un ejemplar de esta especie.
“Existen varias especies propias de lugares más secos, como Chile central y hacia el norte, y que junto con las especies que conocemos propias del sur -como las chupallas y chupones- tienen un enorme valor ornamental. Por su tipo de floración y florescencia, que casi parece de fantasía, tiene un impacto visual muy notorio y representa una condición de ambiente seco. Forma parte de las colecciones de este grupo de plantas con las que cuenta el Arboretum”, explicó el Dr. Carlos LeQuesne, experto en botánica.
El académico sostuvo que “existen varias otras especies que no están florando aún. Su cultivo ex situ permite conocer cuánto tiempo tardan para florar, la experiencia muestra que requerirían incluso más de 10 años para comenzar a florar en Valdivia. Las que se encuentran en el Arboretum comenzaron a hacerlo hace unos tres años atrás”, indicó LeQuesne.
Las plantas fueron traídas al Arboretum por Paulina Hechenleitner. Esta colección luego se complementó con las donaciones del Jardín Botánico Nacional.
“Lo interesante es contar con colecciones completas de procedencia conocida, lo que se ha logrado gracias al Jardín Botánico Nacional. Existe también la Puya chilensis, que esperamos en unos años más también pueda florar. Como estas especies tienen una vocación de plantas ornamentales a través de exhibiciones como la del Arboretum podemos promocionar este patrimonio natural”, indicó.
Por su parte, el curador del Arboretum, Dr. Iván Díaz, manifestó que “si bien no está en peligro, es sin duda una planta especial, típica de ambientes semiáridos. Habita principalmente en cerros y en la cordillera andina hasta los 2000 m de altura entre la Región de Coquimbo y La Araucanía. Es llamativa también por su color azul, su belleza y por haberse aclimatado bien a este clima húmedo, ya que pertenece a zonas más secas. Eso habla de la plasticidad de la planta”.