*Los cisnes del Santuario de la Naturaleza han muerto por un cuadro severo de emaciación, debido a la carencia de su alimento principal, el luchecillo. Los nuevos análisis también muestran que, en los hepatocitos de esos ejemplares, se observó una alta concentración de hierro y manganeso, en este vegetal.
*El análisis comparativo de los resultados de experimentos de terreno y laboratorio señala que, la composición química del agua existente en la actualidad en el Santuario de la Naturaleza no presenta la toxicidad que, probablemente, tuvo la misma durante el 2004 y que habría ocasionado la muerte y desaparición de las poblaciones de Luchecillo.
Así lo determina una de las principales conclusiones del segundo análisis elaborado por el equipo multidisciplinario de la Universidad Austral de Chile y que corresponde a la situación actual del Luchecillo, Egeria densa. Estudio que fue entregado a la Comisión Nacional del Medio Ambiente, Décima Región de Los Lagos, el pasado viernes 11 de febrero.
Este segundo informe confirma la fuerte presencia de hierro en el luchecillo, incidiendo en altas concentraciones de metal en los hígados de los cisnes de cuello negro. Los análisis toxicológicos realizados a plantas de luchecillo en diferentes áreas del Santuario, muestran altas concentraciones de metales pesados como Hierro y Manganeso, entre otros.
Resumen Segundo Informe:
«ESTUDIO SOBRE ORIGEN DE MORTALIDADES Y DISMINUCION POBLACIONAL DE AVES ACUATICAS EN EL SANTUARIO DE LA NATURALEZA CARLOS ANWANDTER, EN LA PROVINCIA DE VALDIVIA»
Se analizan resultados de:
i) Estudios anatomopatológicos, histopatológicos y toxicológicos, en ejemplares de cisnes de cuello negro recolectados en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, humedales adyacentes a Valdivia y zona de Puerto Natales.
ii) Estudios sobre la situación actual del Luchecillo, Egeria densa.
iii) Biodisponibilidad de metales traza en aguas del río Cruces, y
iv) Estudios de calidad de sedimentos del río Cruces y humedales adyacentes.
El análisis de nuevas muestras de cisnes de cuello negro (Cygnus melancoryphus), tanto del área del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, como fuera de este, permite validar las conclusiones entregadas en el Primer Informe de Avance.
Los cisnes del Santuario han muerto por un cuadro severo de emaciación, debido a la carencia de su alimento principal, el Luchecillo. Esto se debe a la drástica disminución de la cobertura espacial de esta planta, observada en distintas áreas del Santuario y humedales adyacentes.
Los nuevos análisis también muestran que, en los hepatocitos de esos ejemplares, se observó una alta concentración de Hierro, la que está directamente relacionada con la absorción de este metal a nivel intestinal. Debido a que las plantas de Luchecillo recolectadas en el Santuario y humedales adyacentes, muestran altas concentraciones de metales pesados (principalmente Hierro), puede concluirse que las altas concentraciones de este metal en los hígados de los cisnes de cuello negro del Santuario, están relacionadas con las altas concentraciones de este metal en las plantas.
Las poblaciones de Egeria densa existentes en el Santuario y humedales adyacentes presentan un estado avanzado de deterioro. Se observa un color pardo en los tallos y hojas con escasa biomasa, exceso de necromasa y una porción importante de raíces anormales. Los análisis toxicológicos realizados a plantas de Luchecillo en diferentes áreas del Santuario muestran altas concentraciones de metales pesados como Hierro y Manganeso, entre otros (promedios de 30958.95 y 9034.79 mg / kg de peso seco). Las concentraciones de Hierro encontradas en esas plantas son más altas que las encontradas en sitios pristinos del sur de Brasil donde ocurre esta misma especie y otra del mismo género (cerca de 2500 mg / kg).
Los resultados de experimentos de laboratorio permiten comprobar que altas concentraciones de metales pesados son la causa de la muerte masiva del Luchecillo. El color pardo que presentan los tallos y hojas de Egeria densa se debe a la aparición de una cubierta (coloide-plancton), rica en metales y que interfiere con el proceso de fotosíntesis al producir un efecto de bloqueo de la luz solar. Además, se menciona en la literatura que ese color pardo es típico de exceso de Hierro y/o Manganeso en el organismo de plantas acuáticas.
El análisis comparativo de los resultados de experimentos de terreno y laboratorio señala que, la composición química del agua existente en la actualidad en el Santuario no presenta la toxicidad que probablemente tuvo la misma durante el 2004 y que habría ocasionado la muerte y desaparición de las poblaciones de Luchecillo.
Los estudios puntuales de biodisponibilidad de metales pesados disueltos en aguas del río Cruces muestran que, en general la concentración de esos metales no difiere a lo largo del gradiente geográfico analizado, el cual incluyó muestras aguas arriba del Santuario y dentro del mismo.
El Hierro y el Manganeso fueron los metales pesados que presentaron las concentraciones más altas en sedimentos recolectados en las estaciones dentro del Santuario y fuera del mismo. Sin embargo, las concentraciones promedio de Hierro y Manganeso en los sedimentos del Santuario (42196.57 y 1170.70 mg / kg, respectivamente), fueron significativamente mayores que las de los sedimentos de los ríos Calle-Calle y Valdivia (28916.67 mg / kg para el Hierro y 325.67 mg / kg para el Manganeso). Las concentraciones de Hierro, Zinc y Cobre, en los sedimentos del Santuario fueron mayores a las detectadas en estudios anteriores en los sedimentos de los ríos Calle-Calle, Valdivia, Cau-Cau y Bahía de Corral.
Las concentraciones de AOX en los sedimentos fueron más altas en el sector Rucaco, a partir del cual disminuyen hacia el interior del Santuario. Otros compuestos orgánicos detectados como trazas fueron ftalatos, pineno y cubebeno y un compuesto asignado a tributil fosfato (TBF).