Tras 36 años de servicio como funcionaria de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral de Chile, Victoria Alvarado se acogió a retiro y deja sus labores como secretaria de la Escuela de Ingeniería Naval.
Victoria ingresó como funcionaria a la biblioteca de Ingeniería Naval en 1985 en el entonces Instituto Profesional de Valdivia (IPV), para luego continuar como secretaria de la Escuela de Ingeniería Naval de la Universidad Austral de Chile. Sobre sus casi cuatro décadas en la institución, señala que “ha sido una extraordinaria experiencia, sin lugar a duda, fue un crecimiento integral en mi vida que trascendió a mi familia”.
“Trabajar con jóvenes que traen un gran sueño, ver que a unos se les diluía y a otros se les convertía cada día en un gran desafío hasta conquistar ese sueño es una experiencia maravillosa. Ver posteriormente que ellos aprendieron a abrir puertas en este mundo de grandes competencias es una experiencia de vida, ya que muchas veces uno debe como secretaria motivar a los jóvenes a no rendirse, a descubrirse que tienen grandes potenciales que sólo deben perseverar y no bajar la guardia. Eso junto con los apoyos administrativos es bello”, enfatiza Victoria.
Sobre las relaciones humanas al interior de la unidad, la funcionaria dice llevarse los mejores recuerdos. “Mis jefaturas son hombres integrales profesionalmente. A través de sus funciones profesionales conocí que en el espacio en que se mueven no tienen límites laborales, ya que tienen un alto grado de compromiso que se destaca en cualquier lugar del mundo. Y esto empuja a que se trabaje como colaboradora de sus funciones con más ímpetu”.
Al mismo tiempo destaca la vida y relaciones interpersonales en el Campus Miraflores. “Nuestra Facultad por historia es una familia. Por lo tanto, nuestras relaciones interpersonales son muy buenas, buenas distantes… como una familia (ríe). Nuestra familia es una familia de esas que se destacan”, concluye.
Sobre la nueva etapa que inicia en su vida, dice estar expectante. “Es un período no conocido, pero como cada día de nuestras vidas podemos tener proyectos, pero no sabemos si se van a concretar, viviré como se presenten en familia, con contacto más cercano con mis hijas y mis nietitos. Quiero vivir mi propia experiencia, no las vividas por otros. Estoy feliz de haber alcanzado esta etapa de mi vida… espero haberlo hecho bien”.
El Decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería y académico del Instituto de Ciencias Navales y Marítimas, Dr. Richard Luco, recuerda a Victoria desde sus inicios como funcionaria de la biblioteca de Ingeniería Naval: “Conozco a Victoria Alvarado desde mi época de estudiante de Construcción Naval y, por supuesto, han sido largos años de trabajo conjunto en que ella ha sido una colaboradora comprometida y a quien siempre le guardaremos mucho cariño. Victoria es parte de la vida de varias generaciones de ingenieros navales y a pesar de que no tuvimos oportunidad de realizar una despedida presencial, este encuentro fue la oportunidad para expresarle nuestro reconocimiento, agradecimiento y también recordar anécdotas y experiencias”.
Director de la Escuela
Por su parte, el Dr. Gonzalo Tampier, académico del Instituto de Ciencias Navales y Marítimas y Director de la Escuela de Ingeniería Naval, reconoce la importante labor que cumplió Victoria Alvarado como funcionaria, sobre todo por su calidad humana.
“Conozco a Victoria desde mi época de estudiante, cuando ella estaba a cargo de la biblioteca naval que existía en ese entonces. Durante mis últimos años de estudios ella asumió como secretaria de la Escuela de Ing. Naval. Ya de aquella época la recuerdo como una persona muy empática, que nos conocía muy bien a todos y siempre buscaba ayudar, incluso en las situaciones más complejas. Ella es además una excelente consejera, logrando que los estudiantes vean más allá de lo inmediato y se las jueguen por sus metas y sueños, motivándolos a seguir adelante y a no desmotivarse por dificultades puntuales. Creo que ha dejado una gran huella en nuestra Escuela y en el corazón de muchísimos ingenieros navales que hoy trabajan repartidos por todo el mundo”, señala.
“También me gustaría decirle que ojalá siga en contacto con la Escuela, y que no le quepa duda de que cuando las condiciones lo permitan, nos pondremos al día con una actividad presencial”, finaliza.