Según datos de ODEPA la producción de carne bovina disminuyó 4,7% en el periodo enero-marzo. Esto a pesar de los mejores precios que se han observado desde el segundo semestre del año 2020 y que se han mantenido en este primer cuatrimestre. En el caso del novillo gordo a productor se ha observado un incremento del precio del 33,4 % respecto del periodo enero-abril del 2020, mientras que la categoría ternero ha aumentado en un 30,1%. Esta alza de precios podría explicarse por la ley de oferta y demanda, pues al analizar la faena por categoría se observa una disminución de los novillos (-7,2%), lo que está incrementando la demanda.
Por otra parte, si bien hubo un aumento en la faena de vacas gordas disminuyó la faena de vacas carnazas y vaquillas. En efecto si bien en enero el número de novillos gordos rematados en feria fue menor respecto del 2020 (aproximadamente un 44%), ya en el mes de febrero fue similar al año previo. En tanto en los meses de marzo, abril y mayo ha sido superior al año 2020 (www.achic.cl).
Se observa una recuperación de las importaciones respecto del año pasado. Por ejemplo, las importaciones acumuladas de carne bovina hasta el mes de abril han aumentado de un 25,5% en volumen y de 33,3% en valor (US dólares). Sin embargo, estos incrementos son menores que registrados para carne porcina (53,1% y 46,5%) y aves (40,0% y 31,7%), respectivamente.
En términos generales los países de origen de esta carne bovina importada siguen siendo los mismos con Paraguay a la cabeza (49%), seguido de Brasil (30%) y Argentina (14%). En un segundo plano están Colombia y EEUU (3% cada uno) y Uruguay (1%) (ACHIC.CL). En cuanto a los precios de la carne importada, ésta ha aumentado en un 6,2% en comparación al mismo periodo del 2020.
En promedio el precio de todas las categorías han aumento en un 38,16% para el periodo enero abril respecto del 2020. Siendo las mayores alzas las categorías de terneras (45,52%), vacas engorda (44,85%), vaquillas en engorda (43,85%) y vacas carnaza (39,53%). Probablemente estos aumentos de precio se expliquen por las exportaciones a China. No deja de ser preocupante pues las hembras terneras y vaquillas representan la potencial reposición del rebaño de carne.
En lo que va del año la categoría novillo gordo a registrado aumentos de un 3,7%, 5,4 y 18,24% para febrero, marzo y abril respecto del precio de enero de 2021. En tanto la categoría novillo engorda registró en febrero una leve disminución (-1,02%) respecto del precio de enero, pero en marzo y abril incrementos del 3,61% y 13,57% respecto del precio de enero del 2021. Para el periodo enero-abril del presente año el precio del novillo gordo fue superior al del novillo engorda en un 5,52%, mientras que para el mismo periodo del 2020 esta fue de 13,41, es decir, se han estrechado los precios entre ambas categorías.
En tanto, las diferencias de precios entre terneros y novillo engorda se ha mantenido, con un mayor precio para el ternero, al comparar ambos periodos siendo levemente mayor para el 2020 (3,14%) respecto del 2021 (2,62%). En el caso de terneras y vaquillas engorda, éstas últimas presentan un mayor precio en ambos periodos, siendo esta diferencia más relevante para este periodo en el 2020 (1,22%), mientras que en el 2021 es mínima (0,06%).
Los precios de animales vivos entregados por la Asociación Gremial de Ferias Ganaderas, durante el primer cuatrimestre de 2021, en términos reales, dan cuenta de una fuerte alza en los precios de remate del ganado vivo, con respecto al mismo periodo del año 2020. El novillo gordo registra un incremento de 33,4%, situándose el promedio nacional en los $1.634/kg, por su parte el ternero en lo que va del año alcanza los $1.388/kg, 30,1% más que 2020.
Nuestras exportaciones de carne bovina han disminuido 4,6% al comprarlo con el período enero-abril de 2020. En tanto, la caída en el retorno de dólares por estas exportaciones fue del 6,9%. Lo anterior se puede explicar en parte por el cierre temporal de algunas plantas para exportar a China.
¿Cuál ha sido el efecto en el mercado interno?
En el caso de cómo nos podría afectar la prohibición del gobierno Argentino para exportar carne bovina, argumentando que esto se hace “como consecuencia del aumento sostenido del precio de la carne vacuna en el mercado interno” y como una medida para controlar la inflación. Si bien en principio esta sería una medida que regiría por solo 30 días, es sabido, que una situación similar ya ocurrió en el pasado y que se extendió por unos 5 años, lo que implicó una caída importante en las existencias de ganado (10 millones de cabezas), reducción en el consumo per cápita (5 kilos menos), pérdida de mercados y credibilidad internacional.
Es preciso señalar que, actualmente, Argentina ocupa el tercer lugar en importancia en importaciones, con un 14% del total que ingresa a Chile. De manera similar para Argentina, Chile ocupa también el tercer lugar en importancia, aunque muy lejos de China el principal destino de sus exportaciones cárnicas.
Lo más probable es que ocurra un efecto de sustitución, es decir, que este nicho sea ocupado por Brasil y Paraguay, aunque la carne colombiana podría ser también una alternativa. Finalmente, esto se definirá por la capacidad de comercialización y de precios. A nivel del consumidor los precios no deberían incrementar, al menos no de forma significativa. En tanto para los productores, la situación no debería significar un cambio importante, al menos no el corto plazo.