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“Recibo –este premio- simplemente como un mínimo eslabón, como una mínima resonancia de la sabiduría profunda de nuestros pueblos que están sintiendo que efectivamente somos ni más ni menos que las plantas, que los insectos, que los animales, que las nubes, que el agua, que los bosques. Y entonces cuando vamos creciendo vamos tomando consciencia con mayor claridad de que nosotros somos gente de la tierra, pertenecemos a ella, somos sus hijos, sus hijas. Ñuke Mapu –Madre Tierra- dice nuestra gente y luego lo reafirmamos nosotros, y ella es nuestra madre que nos regala todo lo que necesitamos para vivir”.
Fue una de las ideas que planteó el destacado poeta e intelectual mapuche Elicura Chihuailaf Nahuelpán tras recibir el Premio «Luis Oyarzún», de manos del Rector de la Universidad Austral de Chile Dr. Óscar Galindo; durante una emotiva y solemne ceremonia realizada la mañana del pasado jueves 04 de agosto en el Salón Jorge Millas en el Campus Isla Teja, en Valdivia. Además de la medalla, se le entregó un diploma grabado en madera de encino por el artista local Claudio García. El texto que reconoce al galardonado contiene una dedicatoria especial al reverso con una marquetería confeccionada en alerce y mañío, rodeada por un engarce de plata y el poema “Luz azul”.
En su profunda reflexión sobre la cultura mapuche y su relación con la naturaleza, Elicura Chihuailaf –quien nació el año 1952 en Quechurewe, Provincia de Cautín, Región de La Araucanía- manifestó: “¿Qué hijo, qué hija, agradecido, agradecida, no se levanta cuando su madre es avasallada? Nos levantamos por ternura; no hay otra razón. Nuestra gente vive día a día la violencia y a quienes estamos en ese privilegio, por ejemplo de estar aquí conversando con ustedes que son la representación más hermosa de esa mirada chilena profunda, entonces nos duele doblemente. Somos un pueblo que sufre cada día porque nunca hemos vivido en democracia, igual que la chilenidad profunda”.
El poeta también planteó, desde una perspectiva crítica, que existen dos chilenidades: “Si lo hablamos desde el punto de vista de la historia, una chilenidad profunda y huérfana, porque no tiene padres ni madres de la patria; y una chilenidad superficial y enajenada, que tiene solamente padres de la patria y quienes son los que han construido una muralla que nos ha mantenido distantes y la han construido con conceptos unívocos, con estos ladrillos que no han permitido la mirada diversa”.
A su juicio, “el concepto de desarrollo, de progreso se da contra la naturaleza y no con la naturaleza como lo señala nuestra gente, como todos los pueblos nativos del mundo, y recordando que todas las culturas vienen desde pueblos nativos”.
Por último agradeció a la Universidad Austral de Chile “porque también me permitió conocer a través de este premio el pensamiento de un hombre adelantado como lo fue don Luis Oyarzún, así como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Pablo de Rokha, Violeta Parra, Víctor Jara, Vicente Huidobro y tantos y tantas otras”. Luego leyó un fragmento de un libro que publicó hace pocos meses la Universidad de La Frontera: “La vida es una nube azul”, que es parte de una memoria que todavía está escribiendo y en la que señala que “la tierra no pertenece a la gente”.
Laudatio: “Es uno de los poetas mapuche más leídos, estudiados y admirado”
La ceremonia comenzó con la interpretación del Himno de la Universidad, a cargo del Grupo de Cámara del Coro de la UACh, dirigida por el Prof. Hugo Muñoz; tras lo cual ofreció el Laudatio (defensa de méritos) el Dr. Iván Carrasco Muñoz, académico titular de la UACh, Magíster en Literatura mención teoría literaria por nuestra Universidad y Doctor en Literatura General por la Universidad de Chile. Actualmente cumple funciones académicas en el Instituto de Lingüística y Literatura de la Facultad de Filosofía y Humanidades UACh, y es fundador de Sochel (Sociedad Chilena de Estudios Literarios), Sociedad Chilena de Semiótica y Fundación Premio Nobel Gabriela Mistral. Investigador de literatura, crítico literario y ensayista, y especialista en literatura chilena y etnocultural; ha desarrollado diversos conceptos teóricos como literatura etnocultural, poesía mapuche, mutación disciplinaria y literatura antropológica, entre otros.
Según planteó el Dr. Carrasco, Elicura Chihualaf “es un fiel representante de su etnia tradicional, de su propia poesía y por ello sus contribuciones poéticas devienen desde su lengua y su familia principalmente y también de la poesía hispanoamericana en español y en lenguas indígenas, además de la crítica y la vida académica chilena, con sus diálogos, sus géneros, sus experiencias poéticas y sus conocimientos que Elicura conoce e integra. Y también sus contribuciones intelectuales, lo que representa una poética integral. Al mismo tiempo su amplia experiencia contribuye a sus aportes interculturales derivados de distintos sectores y todo esto ayuda a tener una relación armónica entre los seres humanos, la naturaleza y sus culturas”.
Asimismo, sostuvo que “Elicura es, vive, lee y escribe en mapuche pleno. Es decir, un mapuche que aunque es bilingüe se maneja perfectamente en la lectura y la escritura también en castellano”. Añadió que su poema “Relato de mi sueño azul” (Kallfu pewma mew), “lo elaboró recordando las palabras de su abuelita que le enseñó a percibir la naturaleza, a cuidarla, a amarla y transformarla en versos, en ritmo, en sonido estético, en poesía”. También aclaró que “el azul en la vida y la obra de Chihuailaf es un elemento central de su cosmovisión y manifestación de la vida centrada en su contemplación… No es un color en el sentido occidental, sino lo sagrado, lo absoluto”.
Recordó que Chihuailaf ha llamado oralitura a sus textos literarios y los de sus hermanos poetas, adoptando el término de un historiador africano Yoro Fall, que lo estableció en 1992. “No es un mero cambio de nombre, es una modificación profunda de poemas aprendidos en la escuela, en las bibliotecas, en las familias. Y lo que se cambia no es solamente la forma sino que las estructuras completas de los poemas”, destacó, comentando que “es uno de los poetas mapuche más leídos, más estudiados, más admirado por lectores mapuche y huincas”.
Poesía mapuche
Respecto a la poesía mapuche, el Dr. Iván Carrasco señaló que “constituye pues un conjunto textual mayor que los otros que le han servido como modelo: la poesía chilena tradicional del siglo XIX, la moderna del siglo XX o la actual del siglo XXI. A las características textuales, Elicura les agrega los rasgos propios de la lengua mapudungún; elementos fonéticos que no están en español. La melodía y la frase que sirve de base al ritmo de sus poemas, el canto que acompaña el sonido de sus instrumentos característicos como el trompe, la pifilca, el kultrún, también incluye los sistemas culturales indígenas que forman parte de su lectura y su realización, es decir, de contexto y situación como bailes rituales, las ceremonias litúrgicas como nguillatún y también sus personajes característicos: los machis, los bailarines, los poetas y también los vestuarios tan propios de ellos, para comprenderla, gustarlas mejor y verificar si ha logrado éxito sociocultural”.
Un aspecto interesante es que “no es una sola que tenga las mismas características, sino que está conformada por modalidades diferentes: la poesía etnocultural, la poesía religiosa, la poesía de mujer o feminista, la poesía política, la poesía identitaria, la poesía neomapuche, la ecopoesía y de géneros transcodificada como la de Lorenzo Aillapán”, planteó el académico UACh.
Tras el Laudatio, la Secretaria General de la UACh, Prof. María Asunción de la Barra, dio lectura al decreto de Rectoría que otorga el premio, señalando que el jurado otorgó este galardón por “contribuir a una relación más armónica entre el ser humano y la naturaleza, por medio de una obra literaria de singulares valores estéticos y culturales, relevados en diálogos con el entorno en los que ‘la Palabra surge de la naturaleza’”.
Cabe destacar que el jurado estuvo integrado por el Dr. Óscar Galindo, Rector de la Universidad Austral de Chile; Dr. Niall Binns, de la Universidad Complutense de Madrid; Prof. Carlos Amtmann, Profesor Emérito y ex Rector de la UACh; Dr. Vicente Serrano y Dr. Carlos Oyarzún, académicos de nuestra casa de Estudios.
Posterior a la entrega del premio al poeta y la lectura de su discurso –que incluyó un saludo y despedida en mapudungún-, se presentó el guitarrista del Conservatorio de Música UACh, Iván Conde, quien ofreció un repertorio preparado especialmente para la ocasión.
(Revise destacada trayectoria del galardonado aquí).
Premio Luis Oyarzún
En 1996 la Universidad Austral de Chile instituyó este Premio para rendir homenaje al distinguido profesor Luis Oyarzún Peña quien dio parte de su vida y sus mejores esfuerzos al desarrollo de la UACh. Con esta iniciativa se busca entregar un expreso reconocimiento a quienes a través del arte, la ciencia o las humanidades hayan hecho contribuciones destacadas para el logro de relaciones armónicas entre seres humanos y la naturaleza o que hayan contribuido de manera notable a la solución de problemas y requerimientos del ser humano, de la sociedad y del entorno.
Han recibido este galardón el poeta Nicanor Parra S. (1997), el Dr. Claudio Donoso Z. (1999), el Sr. Godofredo Stutzin (2001), el Sr. Douglas Tompkins (2001), la Sra. Adriana Hoffmann Jocobi (2003), Monseñor Juan Luis Ysern (2005), la ecologista Sara Larrain Ruiz-Tagle (2007), el Prof. Juan Gastó Coderch (2009) y el realizador de televisión Paul Landon (2015).