Desde los orígenes de la civilización, el suelo ha sido eje fundamental para el desarrollo de la humanidad. Entre los ríos Éufrates y Tigris, se desarrollaron fértiles suelos, que permitieron domesticar los primeros cereales y sustentar la base de alimentación humana. Después de 13.000 años, celebramos el día Internacional de los Suelos resaltando aún la importancia y fragilidad de este recurso natural no renovable a escala humana.
El 2013 en Nueva York, en el marco de la 68ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas se decide designar el 5 de diciembre como el Día Mundial del Suelo y declarar 2015 como el Año Internacional de los Suelos (IYS), afirmando que éstos son indispensables para garantizar la seguridad alimentaria de una población en crecimiento y que es uno de los ejes fundamentales para lograr cumplir los objetivos de desarrollo sostenible propuestos por FAO en el marco de la agenda 2013 de Desarrollo Sostenible.
Esto abrió la puerta para que la Unión Internacional de la Ciencia del Suelo en su sesión del 7 de diciembre de 2015 en Viena, declara la “Década Internacional de Suelos 2015-2024” extendiendo los esfuerzos realizados durante el IYS y resaltando las funciones clave que desempeñan los suelos para abordar los principales problemas de recursos, medioambientales, sanitarios y sociales a los que la humanidad se enfrenta actualmente.
En nuestro país, se han desarrollado iniciativas a través de la Sociedad Chilena de la Ciencia del Suelo y Suelo Sustentable que buscan fomentar la recuperación, conservación y uso sostenible de este recurso natural a través de actividades de investigación, congresos y difusión de actividades vinculadas al suelo. En el Sur de Chile, el Centro de Investigación en Suelos Volcánicos (CISVo) de la Universidad Austral de Chile ha realizado un trabajo interdisciplinario, generando conocimiento respecto a las funciones de los suelos derivados de materiales volcánicos bajo diversos usos de suelo tanto naturales como antrópicos, que ha permitido formar capital humano y transferir conocimiento para fomentar su uso sustentable.
Lo anteriormente expuesto pone de manifiesto que el desarrollo de la Ciencia del Suelo en Chile y particularmente en la zona Centro-Sur de nuestro país, se ha enmarcado en las directrices que las instituciones a nivel global han elaborado para el uso sostenible del recurso suelo. Por ello mantener y continuar en concordancia con estos lineamientos permitirá seguir desarrollando herramientas pertinentes que permitan utilizar y proteger este frágil pero esencial recurso para el continuo desarrollo de nuestras actividades humanas y las de futuras generaciones.