Educación ambiental y enriquecimiento de las experiencias pedagógicas. Éstos fueron parte de los principales objetivos que tuvo el Taller Bitácoras Naturalistas, impartido la semana pasada en el marco del Proyecto AUS 2195. Guiado por Wara Marcelo, Magíster en Ecología y Biología Evolutiva y especialista en metodología indagatoria, la actividad consistió en proporcionar herramientas prácticas a más de 20 educadoras, técnicas en educación parvularia, educadoras y educadores interculturales de Junji Los Ríos, capacitándoles en la creación de las bitácoras, mediante la documentación de sus observaciones y descubrimientos durante salidas pedagógicas en la naturaleza.
Uno de los primeros aspectos abordados en el taller fue la importancia de la observación cuidadosa y detallada del entorno natural. Aquí, las y los participantes aprendieron técnicas para agudizar sus sentidos y captar los pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos. A través de actividades sobre todo prácticas y lúdicas, la instancia promovió el desarrollo de habilidades de descripción precisa y objetiva de la flora, fauna y otros elementos del ecosistema.
“Me parece que es muy importante y es parte de la función más relevante dentro de la vinculación con el medio la bidireccionalidad, donde la Universidad aporta conocimiento y expertise, hace una capacitación, pero también recibe. En esta actividad específicamente, recibimos de las y los educadores sus vivencias, sus experiencias y nos enteramos sobre cuáles son las brechas que necesitan ser cubiertas. En ese sentido esta actividad conjunta y colaborativa sirve tanto para la comunidad como para la Universidad”, señaló Alejandra Droguett, Directora de Vinculación con el Medio UACh.
“Es como un poco abrir la mente. Tienes que dibujar, volver a algo esencial pero que es un habilidad que hay que ejercitar. Que es como aprender a andar en bicicleta, donde hay que practicar, practicar y practicar. La idea es que todos y todas los docentes se atrevan a hacer experiencias afuera, que descubran que hay múltiples beneficios y que se pueden hacer cosas muy bonitas con la naturaleza. Ese contacto con el entorno es muy provechoso, tanto para ellas y ellos, como para los niños y niñas», agregó Wara Marcelo.
Durante ambas jornadas se proporcionaron diversas herramientas y recursos que facilitaron la recolección y registro de datos en la naturaleza. Además, se les enseñó cómo utilizar los “diarios de campo» para documentar sus experiencias y descubrimientos durante las salidas pedagógicas, haciendo hincapié en la importancia de la precisión y la organización en el registro de datos.
“Nosotros recibimos con mucha gratitud esta invitación porque de verdad que potencia toda nuestra propuesta curricular Junji, ya que estamos trabajando con el espacio como tercer educador. Trabajamos los conceptos de territorialidad, pertinencia, entonces finalmente esta invitación viene a potenciar todas las herramientas que nuestra propuesta curricular propone para las educadoras de párvulo, los técnicos y en general para toda la comunidad educativa, familias, niños, niñas, desde el re-mirar el espacio, re-mirar el contexto, re-mirar la educación», indicó Yara Arteaga, asesora intercultural de Junji Los Ríos.
“Creo que éste es un gran paso que está dando la Región de Los Ríos y Junji, en concordancia también con la UACh, sobre potenciar la admiración de nuestro entorno y potenciar los aprendizajes de los niños y las niñas a través de la observación directa de lo que tenemos en nuestro contexto. Considero que es una linda experiencia que va a potenciar el trabajo en la aula sin duda, que va a ser transmitido también a mi equipo y ojalá se sigan dando estas instancias porque la educación ambiental también está abriendo una gran brecha y creo que tenemos que sumarnos a esto super», señaló Claudia Mardones, directora del jardín infantil Semillas de Punucapa.
“Ha sido una bonita instancia de aprendizaje constante y, sin dudas, va a ser una herramienta fundamental para realizar a la unidad educativa, principalmente para mí que estoy a cargo de educación ambiental dentro del establecimiento. Va a poder ser traspasada también hacia el resto de las funcionarias y los funcionarios que hoy día no pudieron asistir y va a enriquecer sobre todo el aprendizaje de nuestros niños y niñas utilizando nuestro entorno, sobre todo que nosotros estamos insertos dentro del sector rural”, añadió Fernanda Fernández, del jardín infantil Pewma Pichiche de Itropulli, Paillaco.
El taller también se centró en cómo incorporar estas técnicas en el currículo educativo de los párvulos, habiendo instancias donde se discutieron estrategias para diseñar actividades y proyectos en los que las niñas y los niños puedan participar activamente en la observación y el registro de sus descubrimientos, aprovechando los entornos naturales cercanos, como parques, jardines y áreas verdes, para enriquecer el aprendizaje y estimular su curiosidad.
Una experiencia enriquecedora para las y los participantes que brindó una base para implementar prácticas pedagógicas más dinámicas y centradas en el entorno natural, que posiblemente se traduzcan en una mayor conciencia ambiental y una conexión más profunda con la naturaleza.