El laboratorio “Microuniversos” se planteó como una experiencia interdisciplinaria que une ciencia y arte, a través de la exploración del fascinante universo de los microorganismos, experimentando con cultivos de hongos, bacterias y organismos microscópicos como base para la creación literaria de micro relatos, con técnicas de visualización más allá del uso del microscopio, incluyendo estrategias para abordar la información visual y la creación de narrativas a partir de los hallazgos, para hacer visible lo que resulta difícil de observar a simple vista.
Por ello, niños, niñas y jóvenes visitaron el Laboratorio de Microbiología Clínica de la Facultad de Medicina de la UACh, donde realizaron una descripción microscópica y macroscópica de los hongos y bacterias junto a docentes UACh y equipo CECREA.
“Utilizando el microscopio observaron las distintas estructuras de los hongos, morfología y tinción Gram de las bacterias. La descripción macroscópica consistió en observar y anotar las características de los microorganismos en los medios de cultivos, vale decir, tamaño de las colonias bacterias, tipo de micelio de los hongos, color, entre otras. Para finalizar, cada participante realizó una siembra de su bacteria favorita en dos medios de cultivos”, explicó el académico Mario González del Instituto de Microbiología Clínica.
Alianza estratégica
Respecto del trabajo realizado junto a niños, niñas y jóvenes, docentes del Instituto de Microbiología Clínica que apoyaron la actividad, destacaron el entusiasmo y el aprendizaje logrado.
En este sentido, la Directora del Instituto de Microbiología Clínica y académica María Paz Villanueva destacó que “la actividad tuvo una muy buena recepción por parte de los niños , niñas y jóvenes, estaban motivados y expectantes por conocer el mundo de los microorganismos. Los niños tuvieron la oportunidad de explorar y conocer tanto bacterias como hongos, relacionar estos microorganismos con situaciones de la vida real, así como también participar activamente en las actividades prácticas preparadas por nuestro Instituto, donde se les dio la oportunidad de realizar sus propios cultivos microbiológicos. Para nosotros como docentes es una oportunidad de abrir las puertas del Instituto de Microbiología Clínica a la comunidad escolar y fomentar el interés por la ciencia”.
Por su parte, la académica Fadua Latif agregó que «en general, los niños se veían contentos y entusiasmados con las actividades realizadas en el laboratorio, tanto en los campos enfocados como en las actividades de siembra que ellos mismos llevaron a cabo. Destaco su habilidad de entablar conversación, entre ellos mismos, ya que eran de diferentes colegios y con nosotros. Además, su capacidad de seguir instrucciones”.
Y añadió: “Lo que me parece más importante es la oportunidad que significa para los niños, conocer un laboratorio, el manejo dentro de éste y poder visualizar diferentes tipos de microorganismos. Varios de ellos comentaron el hecho de que les habían hablado de las bacterias y hongos en el colegio, así que el poder visualizarlos y trabajar con estos aseguran el aprendizaje. Por otra parte, para nosotros como docentes, que siempre trabajamos bajo condiciones estandarizadas y controladas, resulta entretenido observar cómo los niños se comportan, interpretan y procesan información de manera diferente”.
Asimismo, el académico Patricio Godoy comentó que “la recepción de los niños a la actividad fue muy buena, vimos su curiosidad al estar en frente del microscopio, donde lograron ver tanto bacterias como hongos, microorganismos invisibles al ojo humano, cuando los consiguieron ver y observar esas reacciones en sus rostros es una alegría para nosotros como profesores. La importancia de la actividad es que se le abre una puerta nueva de conocimiento que es el mundo microscópico, para nosotros es muy reconfortante realizar este tipo de actividades, dado que recibimos información importante de parte de ellos al describir con sus propias palabras y comparaciones, las formas de las bacterias y hongos con cosas de su diario vivir”.
En tanto, por parte de CECREA Los Ríos, Cristofer Quintul, facilitador de ciencias CECREA, valoró la alianza entre las entidades y comentó: “Esta alianza entre el Instituto de Microbiología Clínica y CECREA Valdivia nos permite ampliar enormemente nuestras posibilidades programáticas y converger las ciencias con otras disciplinas como el arte, ofreciendo así experiencias enriquecedoras para niñas, niños y jóvenes. Esto nos ayuda a comprender mejor cómo nos relacionamos con los diversos microorganismos que cohabitamos. Por ejemplo, muchos de los participantes solían asociar los microorganismos con enfermedades e infecciones. Sin embargo, gracias a esta instancia hemos podido aprender que también desempeñan un papel importante en la elaboración de alimentos como el pan y la obtención de medicamentos como la penicilina. Además, la convergencia, pilar fundamental en las actividades de CECREA, con las artes, nos permite reinterpretar la realidad que nos rodea. Los hongos microscópicos y las bacterias presentan una variedad de formas y colores, lo cual estimula el componente creativo de las infancias y nos permite imaginar mundos fantásticos con innumerables historias que esperamos plasmar en un libro colectivo que pueda ser difundido en la comunidad, promoviendo así la apreciación de la ciencia y el arte entre los miembros de nuestra comunidad.”
Experiencia
Josefa Echeverría, participante del laboratorio de 12 años, destacó de la experiencia: “Mi parte favorita del laboratorio fue conocer nuevos amigos, incluso descubrir nuevas cosas que yo no sabía de la biología. Poder visitar los laboratorios de la Universidad Austral fue muy bacán porque yo nunca había ido y porque es muy bonito. Lo que más me llamó la atención fue el micrococcus, porque creo que es el más pequeño.”
La última sesión se realizó a fines de abril, oportunidad en que los niños, niñas y jóvenes, revisarón los medios de cultivos sembrados, observando la técnica de siembra empleada en los medios, realizando una tinción Gram que les permitirá clasificar a las bacterias en Gram positivas o Gram negativas. A partir de los resultados obtenidos y registrados en imágenes, avanzaremos hacia la etapa final de este laboratorio, donde se crearán micro-relatos basados en el imaginario de cada participante.
El objetivo final es compilar un libro que incluirá fotografías de las sesiones, los cultivos realizados por los participantes y los relatos asociados.