En el año 2007 Ruth Guzmán, secretaria del Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, participó en su primera corrida, lo que marcó el inicio de una intensa relación entre Ruth y el deporte. “Tengo la hormona de la felicidad a full, no me canso de hacer cosas, al contrario el correr me activa, esto para mí es una verdadera adicción” comenta.
La atleta ha participado en numerosas competencias donde ha logrado los primeros lugares acumulando medallas y jovialidad en su espíritu. Uno de sus últimos logros fue el primer lugar alcanzado – por segundo año consecutivo – en la Maratón de Santiago 2010 -, la cual congregó cerca de 20 mil atletas, con un tiempo de una hora y 46 minutos en la distancia de 21 km. Categoría damas de 55 a 59 años.
Vitalidad, entusiasmo, jovialidad y alegría de vivir son algunas de las características que afloran al conversar con Ruth Guzmán. Desde pequeña gustó del deporte, andar en bicicleta, ir al gimnasio, pero es ahora a sus 58 años cuando más lo disfruta y goza, lo cual ha logrado mediante una alimentación sana y una cuota de esfuerzo y cariño que ha depositado en este deporte.
Llueva o truene
“Cuando logré los 10 km. me sentí capaz de ir a cualquier competencia y junto con eso ya tenía en mente el desafío de lograr los 21 km”- y lo logró. El 2009 corrió en Puerto Varas y luego en Valparaíso, en ambas ciudades obtuvo el 1º lugar. También fue a La Serena, donde consiguió el 2º lugar. “Estoy realmente feliz con esto, me siento súper bien física y espiritualmente”, asegura.
“Aunque quede como bolsa de té, yo salgo igual” comenta. Llueva o truene no deja de lado su “adicción” al atletismo. Al menos una hora al día está destinada a entrenar, el jardín botánico y la costanera son de martes a sábado sus lugares predilectos, mientras que el domingo cambia su rutina y sale a recorrer Valdivia, dejando los días lunes para descansar y volver a tomar fuerzas para continuar.
“Mis agradecimientos al Decano de la Facultad de Medicina, Dr. Mario Calvo, por financiar mis pasajes, pero lo más importante fue su estímulo al expresarme que a él no le importaba si ganaba o no, sino mi calidad como persona, con ese apoyo estoy segura lograré mi sueño de llegar a correr los 42 kms. y seguir en el atletismo por siempre”.