Miguel Lagos e Iván Santibáñez son estudiantes egresados de la Escuela de Ingeniería Civil Electrónica de la Universidad Austral de Chile, y están realizando su tesis de grado denominado “Sistema inteligente desarrollado con sensores ultrasónicos para personas no vidente o baja visión”. La creación y, si es posible, la masificación de este proyecto podría permitir mayor independencia a las personas con discapacidad visual.
“Se pretende realizar un sistema para no videntes, mediante la instalación de sensores específicos y un sistema de posicionamiento global (GPS), que permitirán una mayor autonomía y seguridad cuando se desplacen por las calles, permitiendo así un desplazamiento más fácil y expedito para estás personas”, explicó Miguel Lagos.
El prototipo poseerá tres sensores, el primer sensor se encuentra en la parte inferior, que permitirá verificar la existencia de agujeros o desniveles a una distancia mínima de 20 centímetros. El segundo se encuentra a la mitad del bastón, y posibilitará que el no vidente perciba algún obstáculo enfrente de él a una distancia comprendida entre 20 a 80 cm. El último sensor se localizará a nivel de la cabeza para que se detecten posibles peligros a ese nivel. Para esto se realizarán pruebas, las cuales de desarrollarán en un colegio de discapacitados visuales en la ciudad de Valdivia, que permitirán el correcto funcionamiento del prototipo.
“Tenemos que mencionar que mientras más cerca se encuentre el sensor de cualquier obstáculo se emitirá una vibración a través de micromotores vibratorios, el cual avisará al usuario de posibles peligros”, explicó Iván Santibáñez, co-ejecutor de la tesis.
El bastón para no videntes, contará con un módulo de GPS, que ayude e informe al usuario las direcciones correctas para un recorrido determinado, como por ejemplo ir al hospital o ir a la escuela. Por ello, también tendrá un módulo de voz, que vaya informando, mediante auriculares, las instrucciones correctas para concretar el recorrido.
Las baterías que se utilizarán en el proyecto serán Lithium-Ion, el cual permite una larga duración para que el prototipo sea autónomo, con un máximo de uso de 2 días, según la utilización del prototipo por parte del usuario.