Valdivia se caracteriza por ser el hábitat de grandes árboles nativos, remanentes de los bosques del pasado, y que por sus características ofrecen soporte a una gran variedad de plantas que crecen sobre ellos, llamadas epífitas. Este hermoso paisaje urbano es lo que motivó el estudio de Valentina Salinas Riveros, trabajo con el cual obtuvo recientemente el grado de Magíster en Ciencias mención Bosques y Medio Ambiente en la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile.
La investigación se denomina “Contribución de grandes robles (Nothofagus obliqua (mirb.) oerst.) a la conservación de epífitas vasculares en la ciudad: explorando criterios ecológicos para reconocer árboles patrimoniales” y su objetivo fue “evaluar el rol ecológico de grandes robles nativos de la ciudad de Valdivia en el soporte otorgado a otras plantas que encuentran en ellos un medio para poder desarrollarse (plantas epífitas)”.
La profesional explicó que es importante estudiar el dosel arbóreo (la copa de los árboles), ya que en las alturas es donde se concentra la mayor biodiversidad de plantas epífitas. “Muchas veces las plantas epífitas se subestiman si el estudio se hace a nivel del suelo. Es importante mirar los bosques urbanos desde las alturas, ‘con ojos de pájaro’. Así que la invitación es a subir la mirada cuando visitemos bosques urbanos y descubrir la gran diversidad que vive sobre los árboles”, expresó Valentina Salinas.
Por esta razón es que la investigadora considera muy necesario mantener a estos grandes seres vivos que permiten la conservación de plantas epífitas en un sistema con tantas presiones como lo es la ciudad y contar con una figura normativa que asegure su protección y de toda la biodiversidad que sustentan.
Para estudiar el dosel, Valentina escaló robles de gran altura, de más de 20 metros, en diferentes sitios de Valdivia como, por ejemplo, el Parque Urbano el Bosque, Parque Guillermo Harnecker, Fundo Teja Norte y Fundo San Martín.
“Para mí, escalar un árbol genera una gran emoción y adrenalina. El estar arriba observando el bosque de otra manera como si lo hiciera un ave, te permite entender qué está sucediendo arriba, qué plantas y animales se distribuyen en el dosel”. Con esas palabras Valentina explicó la sensación de estar a tantos metros de altura.
Afirmó que una de las conclusiones a las que llegó a través de su estudio es que “es necesario mantener a estos grandes seres vivos que permiten la conservación de plantas epífitas en un sistema con tantas presiones como lo es la ciudad y contar con una figura normativa que asegure su protección y de toda la biodiversidad que sustentan”.
Durante abril de 2024, Valentina fue entrevista por Radio UACh, donde explicó su tesis de magíster. Se puede acceder a la entrevista en este enlace.