Prorrectoría lidera trabajo de comisiones para fortalecer acciones que sustenten el cambio cultural que requiere la organización.
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Más de 190 mil personas concurrieron al llamado a marchar el día 8 de marzo de este año en Santiago. Muchos no se hubieran imaginado ni remotamente que ese día mujeres de todo el país saldrían a las calles sin importar edad, formación o color político. El objetivo era claro: marchar por los derechos de las mujeres y aprovechar el Día de la Mujer Trabajadora para representar ese sentir.
Sin desórdenes, sin encapuchados, con tranquilidad, las mujeres marcharon por todo el país pisando fuerte y logrando marcar pauta en diversos ámbitos de la sociedad. Las autoridades no tuvieron mucho que decir, sólo aceptar e incorporar en la agenda un tema que estaba inquieto por salir a la superficie, un tema que no sólo es la voz de las mujeres, sino de nuestro país en su totalidad.
Así, tanto el gobierno, el parlamento como la sociedad civil, han tenido que incorporar en su planificación materias relacionadas con género, lo que ha permitido visualizar el diseño de proyectos y acciones que sustenten un camino concreto hacia una política de paridad y respeto.
Se trata de un cambio cultural lento, que considera la internalización y toma de conciencia de una nueva relación social basada en el respeto a las personas, de un compromiso por avanzar hacia una mayor equidad de género en el que todos y todas debemos involucrarnos. Así lo entiende la Prorrectora de la Universidad Austral de Chile, Dra. Carola Otth, quien también preside el Comité Paritario de Género y Diversidad que creó la corporación en el año 2015, comisión que tiene como objetivo fundamental promover la inclusión de la perspectiva de Género y Diversidad a través de la proposición de políticas, procedimientos, acciones y metas que favorezcan el desarrollo de una comunidad universitaria diversa, pero inclusiva, y equitativa en la distribución de los derechos, oportunidades, cargas y responsabilidades.
En tal sentido, la autoridad universitaria es enfática al afirmar que las instituciones de educación superior “tenemos el compromiso y el deber de generar los espacios de reflexión y educación necesarios y permanentes para consolidar los cambios culturales y poder ser catalizadores de los cambios de toda la sociedad. Estos cambios lamentablemente son lentos e involucran de todas maneras el compromiso de las autoridades e instituciones de educación”.
Cambio cultural desde adentro hacia afuera
Chile forma parte de los 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que suscribieron y se comprometieron al cumplimiento de un nuevo programa de desarrollo sostenible propuesto para la Agenda 2030, entre los que se cuentan acciones concretas hacia la igualdad de género. Este programa forma parte del marco regulatorio de la institución.
En ese contexto, hace cuatro años la Universidad Austral de Chile decidió establecer agosto como el “Mes del Género”, propiciando así la realización de actividades educativas, culturales, charlas y exposiciones relacionadas con inclusión, diversidad y no discriminación.
Desde ese mismo año, el 2015, la Universidad Austral de Chile, siendo pionera a nivel nacional, ha desarrollado un proceso de reflexión que ha abarcado distintos estamentos institucionales. Actualmente tiene en funcionamiento dos comisiones que actúan frente a casos de acoso, violencia y discriminación de estudiantes y de funcionarios, y existe una política y una serie de reglamentos que regulan los procedimientos asociados a este tipo de situaciones dentro de la comunidad universitaria. Cada comisión está conformada por integrantes de los distintos estamentos universitarios, expertas en género, abogados y representantes de las autoridades.
En este punto la Dra. Otth señala que, como todos los procesos transformadores, los cambios deben comenzar desde la propia institución, de tal manera que exista el compromiso de los integrantes de nuestra comunidad y naturalmente para que nuestros futuros estudiantes ingresen a una casa de estudios acorde a los cambios que la sociedad le exige.
“Cambiar es Avanzar: igualdad y conciencia de género”
En un proceso de transformaciones sociales como éste, cada vez van apareciendo nuevos desafíos que obligan a realizar gestiones para consolidar la norma y las estructuras que actúan frente a casos de acoso, violencia y discriminación (AVD). “Siendo ésta una materia reciente se hace necesario aunar los criterios en los protocolos y en la normativa de todas las macrounidades, estableciendo programas de formación y educación en equidad de género e inclusión para todos los integrantes de nuestra comunidad y, junto con ello, su mantenimiento en todas las sedes y campus universitarios”, agrega la Dra. Otth.
Durante el último año, con el apoyo del Observatorio de Género y Equidad, y a través del programa de prevención “Cambiar es Avanzar: igualdad y conciencia de género”, la Universidad Austral de Chile está generado acciones y talleres de educación para todos los integrantes de la comunidad. Junto a ello se ha realizado una fuerte campaña de difusión de las políticas, reglamentos y procedimientos asociados, la que se verá fortalecida durante este mes con la transferencia de los talleres validados a integrantes de las comisiones para dar continuidad a este proceso educativo.
En instituciones como la Universidad Austral de Chile se hace fundamental el compromiso de todos los integrantes para avanzar hacia una mayor equidad, inclusión y respeto a la diversidad, señala la autoridad, donde es necesario comprender que ésta es una oportunidad de contribuir a consolidar los cambios en la sociedad en la que estamos insertos.
Uso de nombre social en los documentos y trámites administrativos internos
Otro de los cambios relevantes y pioneros a nivel de instituciones de educación superior es la entrada en vigencia de la política que autoriza el uso de nombre social en los documentos y trámites administrativos internos, procedimiento al que pueden acceder las personas de toda la comunidad que lo deseen.
La Dra. Otth no duda al señalar que avanzar hacia la sociedad del futuro requiere el compromiso de todos y todas de reconocer su historia, de fortalecer la diversidad cultural y de generar las oportunidades para todos y todas. “Una universidad del futuro reconoce en la diversidad y en la inclusión la base del conocimiento. La libertad, la solidaridad y el respeto deben sustentar la visión y misión universitarias, las que no deben dar cabida a acciones de violencia ni maltrato que superen los valores sociales que tanto nos hemos esforzado en alcanzar desde nuestra fundación”, puntualiza.