La Universidad Austral de Chile lamenta profundamente el accidente aéreo en el Archipiélago de Juan Fernández en el que fallecieron 21 destacadas personas realizando una noble labor social en beneficio de los habitantes de esa alejada zona del país.
Cabe señalar que académicos de la Facultad de Ciencias mantenían vinculaciones profesionales y personales con dos de las destacadas personalidades que perdieron la vida: el conductor de televisión Felipe Camiroaga y el empresario Felipe Cubillos.
Felipe Camiroaga y la Conservación de los Tiburones
El Dr. Julio Lamilla, académico del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas UACh, conoció a Felipe Camiroaga en febrero de 2010 en Caldera, Región de Atacama, el único lugar del país donde hay pesquería de tiburones marrajo (mako) y azul.
Allí estaban filmando un programa de la productora Frontera Azul con apoyo de TVN que envió a Camiroaga, uno de sus rostros, a quien le mostraron el trabajo de marcaje desarrollado por el Programa de Conservación de Tiburones liderado por la UACh.
El conductor solicitó mantener el bajo perfil en Caldera por lo que programaron un reunión muy tarde. Tras escuchar una introducción a la problemática de cuatro horas, se acostó a las dos de la mañana para levantarse de inmediato, a las cinco. A esa hora le confesó al equipo que sentía mal de mareo, aunque la embarcación aún estaba amarrada al muelle.
Recuerda el Dr. Lamilla que “empezó a comer dulce pero le dijimos que era lo peor”. Después manifestó que se iba a acostar al camarote y que levantaría solo para el buceo, aunque le advirtieron que no era una buena idea. “Al final se acostó pero cuando despertó al otro día en la mañana estaba imposible, él tenía mareo invalidante, hicimos un par de fotografías con el primer tiburón marcado y nada más”, explica el investigador.
Solicitó volver a tierra en una de las dos lanchas pero el Dr. Lamilla fue un poco reticente a su solicitud. Por fortuna, pasó otra lancha, la llamaron por radio y ésta trasladó a Camiroaga a tierra. “Seguimos trabajando todo el día. Cuando regresamos nos estaba esperando para saber qué nos había pasado y volvimos otra vez a conversar y ahí empezamos a conocer su lado humano”, señala.
Al otro día en la mañana también estuvo trabajando, se tomó fotografías y lo nombraron socio honorario del Programa de Conservación de Tiburones liderado por la Universidad Austral de Chile. Cambió la imagen que tenía de los tiburones como animales peligrosos, solicitó más información y expresó su deseo de estar al día en esta temática junto con seguir en el programa.
“Mi vida no está en el mar, me dijo a mí”, rememora Lamilla, quien indica que el programa televisivo no está listo por lo cual aún no se ha emitido. Sin embargo esperan terminarlo, probablemente, durante el verano del 2012. “Sería bueno terminarlo como un homenaje a su persona”, agrega finalmente.
Felipe Cubillos y su Amistad con el Dr. Eduardo Jaramillo
Una gran amistad personal unió al Dr. Eduardo Jaramillo, académico del Instituto de Ciencias de la Tierra y Evolución de la UACh, con el destacado empresario Felipe Cubillos. Se conocieron en el 2005 cuando en ese momento el ex Rector Carlos Amtmann lo llamó para contarle que había una persona que deseaba hablar con autoridades y científicos de la UACh involucrados en el estudio sobre el estado ambiental del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter que recientemente había concluido y que había sido liderado por el Dr. Jaramillo.
Luego de diversos encuentros a nivel profesional y personal que se prolongaron hasta el 2008, continuó el contacto de modo epistolar. Sin embargo, el terremoto y tsunami del 27/F en 2010 los volvió a unir en un hotel de la localidad de Duao, en la Región del Maule. Durante la segunda semana de marzo de 2010, Jaramillo había comenzado a estudiar el efecto del terremoto y tsunami sobre el ecosistema marino de las costas del Maule y Bio Bio, mientras que Cubillos ya había comenzado a ayudar a los pescadores de la localidad a reparar sus botes y conseguir motores para volver al mar, dando inicio a lo que sería su gran obra, el Desafío: Levantemos Chile.
“Hay algo que no se ha enfatizado aún: lo sencillo que era él; en lo que necesitaba diariamente para vivir era muy austero. Además tenía un gran entusiasmo de hacer cosas, saltaba de una a otra… Felipe logró entusiasmar a la empresa privada en la reconstrucción del área afectada por el terremoto y tsunami y tuve la suerte de conocerlo”, finaliza el Dr. Jaramillo.