Cuando la academia se suma a iniciativas ciudadanas y se compromete a formar parte de la resolución de sus preguntas y problemas nacen grandes oportunidades. Una de estas iniciativas es el Festival Pala Mano, liderado por el Laboratorio de Innovación y Sustentabilidad UÑU y que durante tres días desarrolló en Chiloé charlas educativas, exhibición de documentales y una jornada de reforestación comunitaria en un predio degradado. En esta actividad estuvo presente la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, a través de la académica Dra. Milen Duarte.
El resultado de esta tercera versión del Festival Pala en Mano fueron 10 mil árboles plantados de especies como coihue, canelo, ulmo, notro, arrayán, luma, meli, olivillo, mañío, maqui, trevo y tiaca. Todo con la colaboración de 300 voluntarios, quienes quisieron formar parte de esta gran tarea.
Para la Dra. Duarte, especialista en restauración socioecológica, actividades como ésta resaltan el rol que tiene la sociedad en recuperar los sistemas naturales que han sido degradados por las actividades humanas y demuestra el compromiso de la gente con el medioambiente. “Veo que hay muchas iniciativas ciudadanas, es un proceso que se ha agudizado y donde la academia -a nivel del país y en Latinoamérica- se está involucrando en ellos. En el mundo de la investigación científica ya se ha acumulado bastante conocimiento, por lo que podemos aportar en estas iniciativas medioambientales ”, comentó.
Este punto es especialmente importante, ya que el Festival Pala en Mano es un proyecto que va creciendo y que ve la necesidad de evolucionar hacia una práctica más compleja, es decir, pasar de reforestar a restaurar, y este proceso es más profundo.
“Ya se ha comprobado que es importante plantar en núcleos, que es relevante el efecto de la facilitación entre las plantas, además de considerar los regímenes de agua asociados en una plantación. Por ejemplo, no se puede plantar cualquier especie en cualquier ladera. Hay ciertas especies más adecuadas a la ladera de exposición norte; otras a la de exposición sur. Entonces aquí hay mucho en lo que podemos aportar desde la ciencia”, afirmó la bióloga ambiental, quien dictó una charla en el evento, oportunidad en la que abordó la mirada de la coproducción de conocimiento para la restauración y la importancia que tiene articular los saberes tradicionales y locales con las ciencias naturales.
Este vínculo con la organización del festival continuará y el próximo año se busca realizar una nueva versión para lo cual ya se encuentran trabajando. “La idea es planificar un siguiente Pala en Mano con una mirada más ecológica. Se busca hacer restauración, lo que es más que plantar, implica también pensar dónde vamos a hacer la restauración, qué sistemas requieren con mayor urgencia de nuestro apoyo para recuperarse, y enriquecer el enfoque construyendo una mirada más integral desde los saberes tradicionales chilotes”, explicó.
Agregó también que le parece relevante en esta vinculación el generar confianzas entre dos actores -Universidad y UÑU-, lo que exige rigurosidad y compromiso, ambos aspectos que la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales posee cuando se trata de apoyar acciones medioambientales a través del conocimiento de sus académicos/as.
Finalmente, la Dra. Duarte se detuvo en un elemento importante a tener en cuenta para un exitoso proceso de restauración y en lo que Chile aún está al debe: la escasez de viveros con gran producción de plantas de calidad.
“Dado que existen muy pocos viveros, muchas veces las reforestaciones que se implementan para restaurar se hacen con plantas provenientes de otras regiones. Esto implica un desafío para la mantención de la biodiversidad genética, porque cada población tiene un acervo genético particular. En otras palabras, si tienes un bosque de raulí -por ejemplo- estable y desde hace muchos años en un sitio, éste tendrá características particulares y estará adaptado a esa zona, pero si llevas ejemplares de árboles de otra población a este bosque de raulí, su pool genético se debilitará”. Allí radica la importancia de contar con viveros de la zona que sean capaces de proveer de plantas para programas de restauración y que, de acuerdo con la docente, “debería ser una política pública”.
Cabe mencionar que este festival contó también con el apoyo de la Municipalidad de Ancud, representantes de la academia, la industria y la sociedad civil.