Las regiones del Centro-Sur de Chile enfrentan serios y urgentes problemas asociados a la calidad del aire debido a la calefacción de las viviendas. El año 2014 la ciudad de Valdivia fue declarada zona saturada por material particulado fino y se decretó la restricción al uso de leña en episodios de pre-emergencia y emergencia ambiental. Se definieron polígonos los que se alternaban, no afectando de esta forma a toda la ciudad. El proceso fue objeto de una serie de críticas. Se desconocen, a la fecha, evaluaciones objetivas de la efectividad de las medidas adoptadas, esto es, cuánta contaminación fue abatida como consecuencia de éstas. De todas formas el 2015 se optó por la misma fórmula.
Las principales medidas para enfrentar el tema de contaminación por MALA LEÑA existen desde hace casi una década. Entre ellas destacan: secado de alta eficiencia de leña y tecnologías que permitan la trazabilidad total y su fiscalización vía remota; recambio de miles de artefactos; aislación de viviendas (amplio subsidio a materiales aislantes) y mejor regulación a sistemas de calefacción en nuevas viviendas; fomento a la calefacción a distancia; y el rediseño de instrumentos económicos, financieros e impositivos para el fomento de nuevas tecnologías y modelos de gestión y de negocios.
Todas las tecnologías y modelos posibles de implementar existen. Sólo faltan políticas públicas para la buena leña, seca, nuestra y que bien manejada es amigable con el medio ambiente a precios más que razonables y competitivos. Se trata de una política pública que no existe. De una política que regule y fiscalice con el mercado no contra el mercado. La gente compra leña (seca) porque la unidad calórica (17US$/MMBTU) cuesta la mitad de la parafina (32 US$/MMBTU), el sucedáneo más barato luego de la buena leña y no sólo por cuestiones culturales. Consecuentemente, una verdadera política pública al respecto señalará además que cada ciudad requiere de propuestas algo distintas acorde a la disponibilidad del recurso, distancias, características de las cuencas y capacidades empresariales y técnicas.
Se requiere adoptar una política pública técnicamente fundada, clara, rigurosa, respecto del CALOR y no sólo de la leña. Se necesita urgentemente pensar y actuar.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS