“La clase magistral que dictara el Jefe de la Dirección de Educación Superior del Ministerio de Educación Dr. Francisco Martínez Concha, con motivo de la inauguración del año académico de la Universidad Austral de Chile permitió conocer mayores antecedentes acerca de las medidas de la próxima reforma de este nivel educacional del país.
“Naturalmente, como ha venido planteándose desde hace décadas y con el generalizado respaldo de las comunidades académicas y de la ciudadanía en general, los ejes de la reforma están dados por la calidad y la equidad de la educación superior. Lo importante es que estas condiciones y propósitos son enfrentados con un cambio estructural que implica la sustitución de un modelo basado fundamentalmente en las fuerzas del mercado, por un sistema en el que las políticas públicas, el papel del estado y su institucionalidad para la educación superior pasan a tener un papel decisivo.
“Un primer ámbito de decisiones se refiere, precisamente, a la institucionalidad del estado en relación al nivel superior de educación y que se traduce en la creación y fortalecimiento de una subsecretaría, la superintendencia y la agencia de calidad de la educación superior. Destacan, también, los lineamientos que tienden a aumentar en cantidad y calidad los logros de la educación técnica y técnica profesional.
“Como es sabido, se plantea una preocupación especial por las universidades y centros de formación técnica de carácter estatal. Por ello, se establecen una distinción y un tratamiento diferenciado para universidades del estado, privadas con financiamiento público y privadas sin financiamiento público.
“En el marco positivo y urgente de esta reforma es indispensable, sin embargo, llamar la atención sobre los efectos para la descentralización de la indicada diferenciación de las universidades. Para las universidades del estado se plantea un potente mecanismo de desarrollo vinculado a las estrategias de desarrollo de las regiones, a través de convenios marcos con intervención de los gobiernos regionales. Las ideas hasta ahora elaboradas no contemplan la participación en este fundamental instrumento de las universidades constituidas como fundaciones o corporaciones de derecho privado sin fines de lucro y pertenecientes al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas. Vale decir que entidades con impacto regional, de clara orientación pública, complejas y de alto nivel internacional, como la Universidad Austral de Chile, la Universidad de Concepción y la Universidad Santa María, tendrían un trato distinto a las del estado.
“Es necesario preguntarse: la historia de más de medio siglo de estas universidades al servicio público regional, las hace menos semejantes a las del estado y similares a las privadas de reciente creación? El esfuerzo de líderes y comunidades regionales para generar bienes públicos que contribuyen a la descentralización del país, no amerita el apoyo decidido del estado?”.