Una familia produce en promedio 4 kilos de desechos al día, siendo la práctica más habitual enviarlos al vertedero. De éstos, un alto porcentaje son materiales que tardan cientos de años en descomponerse, como algunos plásticos y vidrios. Otra parte de la basura, la orgánica, en su proceso de descomposición, produce compuestos y gases tóxicos (gases de efecto invernadero) y líquidos lixiviados, que se filtran en la tierra y el agua contaminando ecosistemas.
Botar basura de manera indiscriminada es saturar aún más los ya colapsados vertederos y ser cómplice del daño ambiental que tiene al planeta en crisis. Hoy la información está al alcance de todos, en mayor o menor medida conocemos del calentamiento global, pero saber del daño que estamos haciendo parece no ser suficiente para cambiar nuestros hábitos, pensando tal vez que las consecuencias de nuestros actos no nos afectarán.
La experiencia de la UACh en el manejo de sus residuos demuestra que es posible reducir impactos. El sistema de gestión integral de residuos que opera desde el 2001, contempla más de 30 puntos limpios en los campus Isla Teja y Miraflores, donde se deposita papel, botellas de bebestibles de plástico y vidrio y latas de aluminio. Todos los materiales que llegan a estos puntos no van al vertedero, y a través de la gestión de empresas locales, se destinan a reciclaje en otras regiones del país.
Es así como el 2017 se recuperaron 67 toneladas de materiales que no se enviaron a vertedero, y en consecuencia que no contaminaron tierra, ni ríos, ni lagos ni mares. Adoptar como hábito el separar los residuos en origen, rescatando los materiales reciclables, es también un ahorro importante de recursos monetarios al no ocupar el servicio de recolección municipal y vertedero, además del ahorro de energía y agua que significa contar con plástico, vidrio o aluminio como materia prima y no partir de cero en sus procesos de producción.
Los residuos que tienen una cadena de comercialización NO SON BASURA, sino recursos valiosos que estamos botando. Por eso, en Mayo, Mes del Reciclaje, les invitamos a tomar conciencia de esto, informarse de los lugares que reciben materiales reciclables y de las organizaciones que promueven e implementan buenas prácticas.
Ver aquí columna de opinión publicada en Diario Austral de Valdivia