El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer en homenaje a las 129 mujeres caídas en el incendio de la fábrica Cotton en Nueva York en 1909; reconociendo el recorrido de las mujeres organizadas desde principios del siglo XX.
Este 2020 es un año decisivo para la promoción de la igualdad de género en todo el mundo. El tema de la campaña multigeneracional que lidera Naciones Unidas para conmemorar el Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo 2020 es “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”.
Este 2020 también será escenario de otros momentos importantes en el movimiento que promueve la igualdad de género: cinco años en ruta hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el 20º aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad; y el 10º aniversario de la creación de ONU Mujeres. Sin duda, son fechas memorables y la instancia propicia para recordar el rol que debemos cumplir como personas que somos parte de una sociedad que requiere cambios urgentes hacia una comunidad más justa, igualitaria y basada en el respeto a las personas.
Es importante reflexionar que, aun cuando, hemos avanzado en la esfera de los derechos de las mujeres desde la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing, el cambio real ha sido desesperadamente lento para la mayoría de las mujeres y niñas en todo el mundo. Actualmente, ningún país ha logrado la igualdad de género y menos aún la añorada convivencia libre de violencia, acoso y discriminación. Existe una serie de obstáculos que permanecen sin cambios en la legislación y en la cultura; cambios que se requiere instaurar y para lo cual debemos seguir trabajando mancomunadamente. El año 2020 representa una oportunidad excepcional para movilizar la acción mundial con miras a lograr la igualdad de género y la realización de los derechos humanos de todas las mujeres y niñas.
Es fundamental seguir avanzando. Los procesos formativos actuales demandan la necesidad urgente de un enfoque de género y diversidad, y con ello la promoción de la no discriminación en los diversos ámbitos educativos. Todas y todos nos debemos sentir convocados a participar en la discusión y reflexión crítica para avanzar hacia una mayor equidad de género, aportando con ello a la construcción de una sociedad más justa basada en el respeto a los derechos humanos de las personas.