Construir una máquina capaz de lanzar dos proyectiles a dos blancos distintos, en un corto tiempo y con un único accionamiento por parte de un legionario romano, ese fue el desafío que los estudiantes de primer año de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería debieron superar para ser los vencederos del “Desafío de Ingeniería UACh 2013. La Caída de Galia”, inspirados en las dificultades que debió enfrentar el General Julio César el año 52 A. C. durante la batalla de Alesia.
Luego de cuatro semanas de arduo trabajo, llegó el momento de la batalla. Doce equipos finalistas representantes de las carreras de Ingeniería Civil Electrónica, Ingeniería Civil en Informática, Ingeniería Civil en Obras Civiles, Ingeniería Civil Mecánica, Ingeniería en Construcción, Ingeniería Naval y Bachillerato en Ciencias de la Ingeniería, se enfrentaron el jueves 27 de junio, en dependencias del Gimnasio del Campus Miraflores.
Tras horas de combate, poniendo a prueba todas sus capacidades, ingenio, y conocimiento adquirido en diferentes materias de la ingeniería, los representantes de la Escuela de Ingeniería Civil Mecánica lograron imponerse y ser los vencedores del “Desafío de Ingeniería UACh 2013”, el segundo lugar fue para Ingeniería Naval y el tercero para el Bachillerato en Ciencias de la Ingeniería.
Legionarios romanos
Cada uno de los equipos construyó máquinas de combate con diferentes materiales, las cuales debían ser accionadas por un integrante del equipo que estuviera disfrazado de legionario romano, caracterización que también fue premiada en la competencia.
Las máquinas estaban hechas de madera, otras de metal, con tubos de plástico, algunas funcionaban con apoyo de mecanismos hidráulicos mediante jeringas con agua, otras utilizaban pesas y botellas para activar el funcionamiento. Unas eran similares a catapultas, otras a ballestas, pero todas cumplieron con los requisitos de lanzar dos proyectiles a dos blancos distintos, con corto tiempo entre lanzamiento y accionadas sólo una vez.
Ingenio y trabajo en quipo
La máquina que resultó vencedora funcionaba con el accionamiento mecánico de un sistema hidráulico. Un peso accionaba una jeringa llena de agua lanzando el primer tiro, luego otro circuito movía la máquina para que ésta cambiara de dirección y a través del agua otra jeringa lanzaba el segundo tiro.
Este sistema que permitió al grupo adjudicarse el primer lugar fue inventado por los estudiantes de Ingeniería Civil Mecánica, Benjamín Navarro, Matías Valerio y Esteban Miranda. “Al principio cuando empezamos el taller habíamos hecho otro diseño que funcionaba con unos relojes de arena pero como no funcionó debimos cambiar todo el diseño”. Fue así como unas semanas antes de la final “me estaba quedando dormido y me imaginé una máquina que funcionaba con un sistema hidráulico con jeringas. Me levanté, lo dibujé y al otro día la construimos y funcionó”.
Para lograr que este sistema funcionara el equipo debió hacer más de 200 intentos, “para lograr que los proyectiles llegaran al blanco establecido ensayamos los últimos dos días desde las 7 de la mañana” finalizó Matías
Benjamín Navarro, también contó sobre la experiencia de este reto “para mí fue muy motivante cuando nos contaron del desafío porque era algo no tan fácil de lograr, pero veíamos lejano el triunfo porque había muchas carreras y compañeros que estaban igual de emocionados y eran muy capaces. Hoy, igual tuvimos algunos problemas, en la primera batalla tuvimos la primera falla, pero por suerte andábamos con el repuesto que necesitábamos y la pudimos arreglar”.
Durante las cuatro semanas de trabajo uno de los mayores desafíos fue el aprender a trabajar en equipo. “Al principio cuando nos entregaron las exigencias de la máquina cada uno de nosotros empezó a dar sus ideas, y fue un poco tenso y difícil, ya que ninguno quería transar, pero cuando empezamos a hacer la maqueta nos empezamos a complementar. Finalmente en el evento final vimos el compañerismo de los estudiantes de la Facultad y de la carrera que aunque eran de otros equipos nos apoyaban igual, por lo que creo que hoy se logró el objetivo de esta actividad que era que aprendiéramos a trabajar en equipo”.
Una forma de aprender
Enfrentarse a problemas reales y resolver desafíos similares a los que deberán afrontar como ingenieros en un proyecto de verdad fue el objetivo de este primer taller que debían aprobar los mechones durante su primer semestre.
Es así como el Decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, Dr. Fredy Ríos, indicó que, “esta es una actividad muy importante para la Facultad. Lo más notable de lo que vemos hoy es, más allá de quien sea el vencedor, es que los profesores están enseñando a los jóvenes a pensar como ingenieros desde primer año. Con esta forma de enseñanza aprendizaje, estamos seguros que formaremos excelentes profesionales para el país y el mundo”.
A su vez, la coordinadora de la actividad y académica del Instituto de Informática, Prof. Marianna Villarroel, comentó que cuando uno entra al mundo laboral debe ser capaz de superar todas las limitaciones para poder cumplir con el objetivo propuesto. El poner a los estudiantes frente a una situación casi imposible de resolver es para que se den cuenta que trabajando en equipo y con creatividad sí se pueden encontrar soluciones.
“este desafío permite a los estudiantes desarrollar habilidades tanto de trabajo en equipo como en áreas específicas de su formación como ingenieros. En esta ocasión tenemos a los mejores representantes de cada una de las carreras de la Facultad”, destacó la académica.
Junto con eso añadió que el equipo vencedor “en algunos momentos de la competencia tuvo algunos problemas, incluso pensaron que podían quedar afuera y tuvieron que usar su ingenio, su creatividad y uno de ellos salió corriendo a buscar algo que les sirviera para solucionar el problema. Esa es la actitud que tienen que tener en la vida y como profesionales, no rendirse ante la primera falla”.