Bokashi Austral es el nombre del biofertilizante generado a partir de residuos vegetales domiciliarios y agrícolas con microorganismos nativos benéficos, mediante un proceso de fermentación anaeróbica controlada en un biodigestor. Durante el taller, los participantes conocieron este producto, sus potenciales aplicaciones y la planta piloto donde se realiza el bioproceso sustentable para su producción.
Para tal efecto se trasladaron a la Unidad de Manejo Integral de Residuos MIR de la UACh, donde también conocieron los procesos de manejo de residuos y la incorporación de tecnologías para su adecuada gestión. En dicha unidad destaca especialmente la recuperación de materiales con valor residual que posteriormente irán a procesos de reciclaje, actividad que se realiza en la Universidad Austral de Chile desde el año 2001.
Estas prácticas que promueve la Unidad de Gestión Ambiental de la UACh apuntan a potenciar el carácter sustentable de la Universidad tal como lo propone el “Acuerdo de Producción Limpia Campus Sustentable”, que está implementando desde el año pasado junto a otras 22 instituciones de Educación Superior del país. En esa línea y en relación al Día Internacional de la Tierra, que se celebra el 22 de abril, la Directora del proyecto y Encargada de la UGA, María Ema Hermosilla, opinó “creo que la UACh está cumpliendo con su misión de promover, a través de la educación, investigación y desarrollo de capacidades locales, el concepto de sustentabilidad. Cuando estamos celebrando los 60 años de nuestra Casa de Estudios Superiores, es emblemático, que declare dentro de sus objetivos el colaborar con el desarrollo sustentable de la región y el país, poner en la vanguardia el manejo de residuos, la gestión eficiente de energías y la posibilidad de ir avanzando en aspectos tan prioritarios como la producción de alimentos con métodos sustentables, que son además los que no solo protegen la tierra como unidad productiva, sino también protegen y fomentan las costumbres, cultura, alimentación sana y comercio local y justo. Nuestro regalo a la tierra en su día, es avanzar en la investigación de este biofertilizante para la agricultura orgánica y la restauración de suelos degradados”.
En cuanto al taller de difusión del Bokashi Austral, María Ema Hermosilla lo destacó como una instancia de capacitación, sensibilización y de intercambio de experiencias, resaltando las ventajas del abono orgánico. Dijo, “resultó en una buena oportunidad para conectar a los productores orgánicos de la región en el proceso de formación de redes y asociaciones gremiales”. Mientras que Jorge Guzmán Coliboro, del Comité de Productores Orgánicos de Paillaco y Presidente de la Asociación Gremial Los Ríos Orgánicos se refirió a los buenos resultados que obtuvo tras realizar algunas pruebas preliminares con Bokashi Austral en hortalizas, instando a los presentes a participar en las actividades que está realizando la Asociación que preside.
A la actividad asistieron representantes del gobierno regional, municipio valdiviano, INDAP, Seremía del Medio Ambiente, Comité de Pequeños Agricultores de Paillaco, agricultores orgánicos de la Región de Los Ríos y un alto número de estudiantes de diversas carreras de la UACh interesados en la agricultura orgánica. El proyecto «Desarrollo de un bioproceso industrial sustentable para la elaboración de Bokashi, orientado al segmento agronómico de cultivo orgánico», se llevó a cabo gracias al Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional y de la UACh lo ejecutaron la Unidad de Gestión Ambiental y un equipo multidisciplinario de profesionales vinculados a las Facultades de Ciencias Agrarias, Ciencias de la Ingeniería, Ciencias Económicas y Administrativas y el Centro de Estudios Ambientales (CEAM).
Con el proyecto desarrollado se confirmó la posibilidad de mejorar la gestión de residuos orgánicos transformándolos en un producto de alto valor agroecológico. También permitió aislar microorganismos nativos en suelos de la región y el desarrollo de tecnologías locales para potenciar la agricultura orgánica y también las buenas prácticas a nivel domiciliario.
Acerca de la efectividad del Bokashi como estimulante de crecimiento y resistencia a plagas en los cultivos, María Ema Hermosilla dijo, “en esta primera etapa del proyecto los objetivos eran aislar un consorcio de microorganismos benéficos y producir bokashi en un biodigestor diseñado localmente, para dar el inicio al desarrollo de esta tecnología en la región. Tenemos observaciones preliminares exitosas en la mejoría del crecimiento y sanidad de cultivos experimentales a baja escala, pero es necesario continuar ahora en futuras investigaciones trabajando en la evaluación de los efectos de la aplicación del Bokashi Austral en el crecimiento y resistencia a plagas de las plantas”.
Es importante señalar que el uso de bokashi aporta nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, activa biológicamente el suelo mediante la incorporación de microorganismos nativos en altas concentraciones, incrementa la fertilidad potencial del suelo, mejora su estructura y la capacidad de retención del agua, disminuye la compactación y facilita la labranza.
Aporte medioambiental
De acuerdo a estudios de ODEPA, cerca del 80% de los fertilizantes comercializados a nivel nacional son importados. El año pasado, las compras al exterior de estos productos sumaron US$ 521 millones. El producto más relevante es la urea, que registró importaciones por US$225 millones. Más información en
http://www.odepa.cl/wpcontent/files_mf/1397574995boletinInsumosAbril2014.pdf
Se estima que el uso de fertilizantes sintéticos nitrogenados del tipo urea, aportan anual y mundialmente, el equivalente a 2.100 millones de toneladas de dióxido de carbono, el gas de efecto invernadero más perjudicial para el medio ambiente.
En este sentido, María Ema Hermosilla destacó que “el uso de abonos de alta calidad a partir de materia orgánica es una potente herramienta para reducir la producción de dióxido de carbono a partir de la disminución del uso de fertilizantes como la urea, además de ser una opción extraordinariamente eficiente si tenemos como meta que en la ciudad los residuos orgánicos domiciliarios -que representan cerca del 60% de los residuos- se transformen en abono en lugar de ir a los vertederos municipales”.
Día Internacional de la Tierra
La proclamación del 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra supone el reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestra existencia. También supone reconocer la responsabilidad que nos corresponde, como se expone en la Declaración de Río de 1992, de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras. Más información en http://www.un.org/es/events/motherearthday/