En un encuentro realizado a fines de junio, representantes de las Iglesias Católica Luterana y Bahai expusieron sus visiones en el 2° Encuentro Fe y Medio Ambiente organizado por la Iglesia Luterana y el ambientalista local y defensor de los humedales Jaime Rosales.
Para abrir el encuentro el luterano Karl Bohmer, 30 años, dedicado a la historia y educación ambiental y director de un diplomado en Educación Ambiental en la Universidad Alberto Hurtado, se refirió a dos grandes convicciones que surgen de la lectura del antiguo testamento en torno a este tema. La primera convicción es que Dios está a cargo de la creación y la segunda, es que el ser humano —que es imagen de Dios— debe administrar adecuadamente la naturaleza como su jardinero.
Al respecto explicó que “a pesar de ser parte biológica de la naturaleza el ser humano tiene otro rol en esta creación, y su necesidad es crear cultura para poder sobrevivir. Y en ese sentido, necesita energía de la naturaleza para poder sobrevivir. Entonces el cambio cultural que tenemos que hacer es vernos como jardineros de la naturaleza; como mayordomos de la creación, de tal forma que nuestra cultura no destruya la propia fuente de vida del propio ser humano”.
Desde la Iglesia Católica el Padre Edison Díaz Párroco de las Iglesias Juan y Pedro rescató la importancia de la Encíclica Laudato si’ “Alabado seas” del Papa Francisco. Uno de los elementos en los que basó su reflexión fue la necesidad de un cambio de paradigma que nos lleve a pasar de un estilo de vida de consumo a un estilo de vida más austero, más sobrio, más humano… de compartir nuestra comida. “Donde el acto de comprar sea un acto moral”, dijo el párroco parafraseando al Sumo Pontífice.
Mientras que, reiterando la idea fuerza del 2° Encuentro Fe y Medio Ambiente, “La creación no se vende”, el Pastor de la Iglesia Luterana de Valdivia Hemir Ochoa intervino profundizando en 3 áreas en las que es necesario tomar acciones urgentes: en el plano espiritual donde se nos llama a dejar de querer tener, sin la mediación de una reflexión profunda y existencial; en el estilo de vida, donde se nos convoca a hacer más de lo que hemos hecho hasta hoy; y en el ámbito político la invitación es a impulsar pequeñas iniciativas que motiven a la ciudadanía a involucrarse, no en querer «cambiar el mundo», sino cada uno en su entorno, con el fin de beneficiarnos juntos.
En las palabras de Bahá’u’lláh (Mensajero de Dios del bahaísmo) Tahiri Salvo de la Comunidad Bahai, afirmó: «La tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos». Enunciando entre los principios que guían el enfoque baha’i en relación a la conservación y el desarrollo sostenible los siguientes: la naturaleza refleja las cualidades y los atributos de Dios y, por lo tanto, deberá respetarse y cuidarse; todas las cosas están interconectadas y prosperan según la ley de la reciprocidad; y la unicidad de la humanidad es la verdad espiritual y social fundamental.
Al cierre del encuentro María Ema Hermosilla, Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de la UACh, repasó las graves consecuencias que ha tenido para la vida en el planeta la posición de supremacía que ha adoptado el hombre para relacionarse con la naturaleza, citando la desaparición de bosques, contaminación de playas, acumulación de basura, contaminación del aire, tráfico ilegal de especies, dependencia de combustibles fósiles y contaminación del agua, entre otros.
Junto con ello la profesional entregó una serie de recomendaciones prácticas que permitan optar por una vida más sustentable, que van desde promover el consumo responsable y debatir sobre las consecuencias humanas y ecológicas del actual sistema de consumo, hasta medidas de control individual. Entre estas últimas figuran el limitar el uso del automóvil particular, privilegiar en la alimentación los vegetales producidos localmente y promover el voluntariado para trabajar por mejorar la calidad de vida de todos.