La revista científica Cells Reports publicó un artículo que develó que más allá de su función vascular que se les conocía a las células denominadas “pericitos”, también desempeñan un papel esencial en la regeneración del sistema nervioso, ya que, en respuesta al daño, contribuye a la activación de células que producen mielina.
Este trabajo de investigación asociativa fue liderado por el Dr. Francisco J. Rivera Gómez-Barris de la Universidad Austral de Chile (UACh) en Valdivia (Chile) e involucró a un grupo de científicos de 4 de los 6 continentes. El estudio también fue llevado a cabo por la Dra. Alerie Guzmán de la Fuente y el Dr. Robin Franklin (University of Cambridge, Inglaterra), la Dra. Simona Lange y el Dr. Ludwig Aigner (Paracelsus Medical University Salzburg, Austria), el Dr. Christer Betzholtz (Karolinska Institute, Suecia) y la Dra. María Elena Silva (UACh, Chile). Además, contó con la colaboración de otros científicos de las mismas casas de estudios y de la University of Melbourne (Australia) como también de la Tianjin Medical University (China).
El Dr. Rivera, perteneciente a la Facultad de Medicina y del Centro Interdisciplinario de Estudios del Sistema Nervioso, explicó que “el hecho de que la regeneración de órganos solo puede llevarse a cabo con un buen suministro de sangre es relativamente obvio, ya que las ‘nuevas’ células de los tejidos reconstruidos requieren ser suministradas con oxígeno y nutrientes. Sin embargo, nuestro estudio demostró que los vasos sanguíneos también estimulan a las células madre que residen en los tejidos para que reparen el daño, lo que evidencia una nueva función de los capilares, hasta ahora desconocida, que va más allá del transporte de sangre”.
En el exterior de los capilares que transportan la sangre, reside un grupo especial de células que se conocen como “pericitos”. Hasta ahora, se sabía que estas células son importantes para la estructura y función vascular ya que pueden regular el diámetro de los vasos capilares y así el flujo de sangre que corre por ellos. “Nuestro equipo de investigación fue capaz de demostrar por primera vez que los ‘pericitos’ desempeñan un papel protagonista en la regeneración del sistema nervioso, ya que en respuesta al daño este tipo celular contribuye a la formación de ‘nuevas’ células que producen mielina (proceso conocido como remielinización)”, comentó Rivera.
La importancia de la mielina es que constituye una capa aislante que se encuentra alrededor de los nervios y es esencial para el buen funcionamiento del cerebro y de la médula espinal. Cuando se produce un daño en la mielina (desmielinización) es causal, en gran medida, de la esclerosis múltiple, una enfermedad que afecta a más de 2 millones de personas en el mundo.
Rivera sostuvo que los “pericitos” por sí solos no producen mielina, cuya labor está encomendada a las células progenitoras de oligodendrocitos (CPO) que detectan la falla, se dirigen hacia el lugar e inician el proceso de remielinización. A esto el investigador añadió que “nos dimos cuenta que los ‘pericitos’ pueden activar a las CPO y fomentar el proceso de generación de nueva mielina, lo que nos abre áreas no exploradas en nuestra investigación. Esto porque podemos proponer la modulación farmacológica de los ‘pericitos’, para que a su vez logren estimular a las CPO que se quedan ‘bloquedas’ cuando se enfrentan a lesiones producto de la esclerosis múltiple”.
En el futuro, el grupo dirigido por el Dr. Rivera de la UACh, se propone estudiar más de cerca los “pericitos” con el fin de desarrollar nuevos enfoques terapéuticos para el tratamiento de la esclerosis múltiple y otras enfermedades desmielinizantes.
Publicado en Cell Reports, Vol. 20, Issue 8, p1755–1764 el 22 de agosto del 2017
«Pericytes Stimulate Oligodendrocyte Progenitor Cell Differentiation during CNS Remyelination» (http://www.cell.com/cell-reports/fulltext/S2211-1247(17)31095-1).