En relación con la violenta muerte del joven mapuche, Camilo Catrillanca, a manos del GOPE de Carabineros en el marco de un operativo perpetrado por el denominado Comando Jungla, este pasado miércoles 14 de noviembre en la Comunidad de Temucuicui, Región de la Araucanía, las y los académicos de la Escuela de Psicología de la Universidad Austral de Chile, Valdivia, nos sentimos llamados a responder al imperativo ético y político de pronunciarnos en coherencia a nuestro rol público de educadoras/es e investigadoras/es de las ciencias sociales y de la salud mental.
En primer lugar, deseamos manifestar nuestra consternación y congoja por los graves hechos ocurridos y enviar nuestro sincero pésame a la familia de Camilo, a sus amigos y a la comunidad mapuche en general por esta lamentable pérdida. Lamentamos que Camilo engrose la lista de jóvenes mapuche asesinados/as por el Estado en los distintos gobiernos, cuestión inconcebible en un Estado democrático y garante de derechos.
En segundo lugar, repudiamos enérgicamente los hechos de violencia, hostigamiento y persecución a la que es sometido el pueblo mapuche desde hace décadas y que se ha visto encrudecida desde la entrada en acción del denominado Comando Jungla. Nos referimos a la violación sistemática de los Derechos Humanos y de los Derechos de la Infancia de niños y niñas, hombres y mujeres, de nuestras comunidades ancestrales. Nuestra preocupación en este punto es que la violencia no sólo ha sido perpetrada deliberadamente por las fuerzas de orden y seguridad emplazadas en la Araucanía, sino que ha sido impulsada como política de Estado para la resolución de demandas ancestrales del pueblo mapuche. En consecuencia, esperamos que se lleve a cabo una investigación transparente, seria y exhaustiva sobre lo ocurrido, la cual permita esclarecer las responsabilidades.
Como expertos/as en el campo de la Psicología, alertamos sobre las lamentables consecuencias biopsicosociales de la violencia política, la tortura, el amedrentamiento y el miedo. Hacemos un llamado al Estado de Chile, y al actual gobierno, a poner término a la violencia contra el pueblo mapuche en beneficio de soluciones políticas, humanitarias y respetuosas.
Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad académica, en especial a los/as profesionales de la salud mental y a los/as estudiantes, funcionarios/as, así como a los profesionales de las comunicaciones, de las fuerzas de orden y seguridad, fiscales y jueces, a ejercer nuestros respectivos roles con responsabilidad social y a promover la conciencia crítica frente a los graves acontecimientos que nos encaran una vez más con la imagen de un país desigual, fracturado y herido por la xenofobia, el racismo, la injusticia social y una economía de mercado deshumanizante. El llamado es a generar conciencia de nuestro papel en la formación de futuros profesionales y ciudadanos/as, donde la empatía, el respeto y la solidaridad, vuelvan a ocupar el lugar que les corresponde en la conformación del tejido social de nuestro territorio.