La VI Reunión Binacional de Ecología reunió a ecólogos argentinos y chilenos entre el 19 y 22 de septiembre de 2016 en Puerto Iguazú, Argentina. En esta conferencia, cuyo objetivo fue integrar la sociedad en la ecología, el Ingeniero Forestal e investigador postdoctoral del (CR)2 y de la UACh, Carlos Zamorano presentó tres charlas ante más de 100 personas en cada una de ellas.
Una de las presentaciones trató sobre ecología del paisaje, tema que formó parte de un artículo publicado el año 2015 sobre compensación parcial de áreas deforestadas por recuperación de bosques en forma natural. “Esto es lo que pasa cuando existen áreas de matorrales o praderas abandonadas y que por sucesión natural el bosque se restablece. Lo que planteé en la conferencia es que esto es una falsa compensación, porque en términos de números se piensa que se pierde una determinada cantidad de bosque, pero que la sucesión natural (o incluso la plantación con especies nativas) puede compensar esa pérdida. El problema es que lo que pierde son bosques jóvenes y adultos, y lo que se gana son solo bosques jóvenes”, advirtió.
Para Zamorano, lo que se consigue a largo plazo es la pérdida en el paisaje del bosque adulto, el cual poco a poco es dominado por bosques jóvenes y plantaciones. “Si se tiene demasiados bosques jóvenes eso implica una estructura distinta con distintas funciones ecológicas, por ejemplo una tasa de evapotranspiración distinta y una diversidad diferente. Aún no entendemos cómo un paisaje dominado por bosque jóvenes o renovales va a comprometer la capacidad que tiene el paisaje de proveer bienes y servicios”, afirmó.
Por otro lado, el investigador también presentó dos trabajos más sobre bosque y ganado, tema que en Argentina se encuentra muy desarrollado. “Sin embargo les pareció interesante la perspectiva de procesos que yo uso para estos estudios, que es una mirada que considera además el ecosistema en forma holística, como un todo”, indicó. Esta característica lo llevó a ser invitado para formar parte de un grupo de investigación donde también participan profesionales de la Universidad Nacional de Comahue, el INTA y otras instituciones con trayectoria de ese país.
“Estructuraremos artículos científicos para proponer un número especial en una revista de relevancia regional. La idea es poder escalar a proyectos conjuntos. Me interesa mucho integrar estas investigaciones con lo que pasa en Argentina, ya que ellos tienen una trayectoria importante y tuvimos una afinidad muy especial”, expresó.
Finalmente el investigador aclaró que estos estudios no apuntan a prohibir. “Aspiro a proveer herramientas que nos permitan comprender lo que pasa en los bosques a partir de estas alteraciones y poder generar actividades productivas que no comprometan el funcionamiento del ecosistema, que sean sustentables, pero de todo punto de vista y eso implica hacerse cargo de la ruralidad de los territorios. No verlo como un problema, sino como un componente más del medioambiente”.