* Siniestro también tiene efectos negativos sobre huemules, guanacos, micro-mamíferos, roedores, anfibios, insectos, armadillos y aves de pequeño tamaño.
“El principal impacto del incendio en el Parque Nacional Torres del Paine es la disminución severa de diversos servicios ecosistémicos, que tienen un alto valor económico, social y cultural. Los servicios incluyen la provisión de hábitat para la diversidad biológica, producción de agua en cantidad y calidad, belleza escénica y oportunidades de turismo”.
Así lo señaló el Dr. Antonio Lara, Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales UACh, quien aseguró que “otro servicio que se ha visto reducido es la mantención de la fertilidad del suelo, al quemarse la cobertura vegetacional y dejar el suelo expuesto a la acción del viento y la lluvia. Respecto al servicio ecosistémico de los bosques nativos referido a provisión de hábitat para la fauna silvestre, hay un daño grave para dos especies emblemáticas del parque que habitan en los bosques: el puma y el pájaro carpintero, ambos en categorías de conservación”.
El también Presidente de la Fundación Centro de los Bosques Nativos Forecos añadió que “el deterioro de los servicios ecosistémicos de este parque es particularmente grave ya que recibe más de 100.000 visitantes al año, lo que significa un aporte sustantivo a la economía de la Región de Magallanes, además del hecho que es mundialmente famoso y parte de la imagen país”.
Restauración
El Dr. Lara indicó que debido a los largos períodos de recuperación que se requerirían para los bosques destruidos (50-60 años), es necesario emprender acciones de restauración ecológica para apoyar los procesos de recuperación natural. Ello requiere de los estudios y planificación adecuadas deben priorizarse las áreas críticas en que la recuperación natural vaya a ser especialmente difícil o lenta, o que tengan un valor cultural o económico muy alto por estar en áreas cercanas o visibles por muchos de los visitantes. La restauración debe incluir plantación de lenga y otras especies nativas producidas de semillas de procedencia local y se debe proteger a las plantas de la desecación, el viento y el ramoneo de guanaco mediante pantallas protectoras usadas en otros casos.
“La restauración debe aprovechar experiencias (exitosas y fallidas) en la restauración en bosques de alerce, en el mismo parque después del incendio de 1985, y en otros ecosistemas llevadas a cabo por la Universidad Austral de Chile y otras instituciones. En el caso de los bosques nativos, se requerirá de unos 50 a 60 años para tener ecosistemas de características o atributos similares a los que existían antes del incendio en cuanto a los servicios ecosistémicos que prestan”, dijo.
Catastro Forestal
Por su parte, el Dr. Víctor Sandoval, Director del Laboratorio de Geomática de la Facultad de Cs. Forestales y Recursos Naturales UACh, recordó que “nosotros como Universidad Austral elaboramos el último catastro de uso de suelo de la región (2005-2006) que está operativo ahora y eso es lo que se está usando para levantar las cifras. En el incendio que afectó al Parque Nacional Torres del Paine el año 2005 se quemaron 14 mil hectáreas, cifra similar a la del incendio que afecta hoy en día”.
“Según las cifras lo que principalmente se está quemando es estepa patagónica y matorral abierto (lo que nosotros designamos como estepa es lo que se conoce acá como pradera con pastizales). Respecto al bosque, según información entregada el día de ayer, serían unas 600 hectáreas aproximadamente de bosques de lenga y ñirre las afectadas en este incendio, sin embargo no tengo cifras exactas de bosque ni de las proporciones en que estas especies están siendo afectadas”.
Visión desde la Facultad de Ciencias
De acuerdo a lo expresado por la Dra. Susana Paula, académica del Instituto de Cs. Ambientales y Evolutivas (Facultad de Ciencias UACh), los incendios no son fenómenos aislados en la Región de Magallanes; de hecho, en los últimos 28 años han habido otros dos grandes eventos de fuego de similares características (1985 y 2005). Al igual que en esta ocasión, se quemaron entre 10 y 15 mil hectáreas, la mayor parte de las cuales correspondieron a matorral y pastos.
“Los incendios en los bosques de lenga patagónico suelen ser de superficie, donde lo que se quema es la hojarasca y el sotobosque herbáceo en fuegos de baja intensidad. No obstante las elevadas temperaturas y bajas precipitaciones registradas durante el mes de diciembre, pueden haber incrementado la flamabilidad del combustible generando fuegos de elevada intensidad con fuertes impactos en el estrato arbóreo”, indicó la Dra. Paula.
Agregó que “sabemos que por el momento, la superficie de bosque maduro afectado es relativamente pequeña, por lo que cabe la posibilidad de regeneración natural por la llegada de propágulos –método de reproducción en vegetales- de zonas adyacentes no quemadas. Esto es especialmente relevante en el caso de la lenga y del coihue de Magallanes, cuya regeneración post-incendio se basa exclusivamente en el reclutamiento por semillas, por lo que la distancia de las fuentes de propágulos será por lo tanto un factor clave en la regeneración natural de estos bosques”.
Impacto en Huemules y Guanacos
A su turno el Dr. Paulo Corti, académico del Programa de Investigación Aplicada en Fauna Silvestre de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh, informó que “no ha llegado el fuego hasta el lugar donde están los huemules, esto porque se encuentran resguardados por el Lago Grey y el Río Grey. Sin embargo, el área que se quemó estaba siendo un área de dispersión de los huemules, de expansión y ahora perdieron un espacio que habían ganado. La expansión de estos animales se da al verse aumentado el número de especies y los territorios se ven ocupados, los juveniles machos dejan esas áreas y comienzan buscar áreas nuevas”.
Según dijo, “debido a la gran cantidad de superficie afectada por este incendio se van a ver afectados los micro mamíferos, roedores, anfibios, insectos. Es posible que otros mamíferos medianos como los armadillos con una capacidad lenta de moverse también sean afectados. También aves de pequeño tamaño. Y el otro impacto importante es la pérdida gigantesca de superficie, de hábitat para estos animales”.
“Lo que si sé es que los guanacos están siendo afectados; desde la zona del puente Grey hacia el este es un área que ocupan harto los guanacos, y según sé se vieron animales quemados a pesar de que es una especies que tienen harta movilidad… Quizás quedaron metidos en el fuego o las mismas chispas que pueden haber volado los afectaron. Habría que hacer un recuento para ver qué tanto afectó el fuego, esto hacerlo inmediatamente después de apagado el incendio. Hay que ver qué quedó, yo sé que en Torres del Paine se llevan trabajos hace varios años, entonces por lo menos con el guanaco y algo con el huemul se puede saber qué paso con esas poblaciones”, dijo.
De todas manera se verá afectada la biodiversidad del sector donde se quemó, hay una parte amplia del parque que perdió hábitat y que tiene que recuperarse, los animales que se desplazaron podrían tener menos disponibilidad de alimento de acuerdo al espacio con el que cuentan y eso podría alterar a las poblaciones de animales, cambios que se podrían notar pero a largo plazo.
“Si el fuego cruza el Grey, afectaría porque hay un núcleo importante de huemules relativamente estable y de varios años en esta zona, que cuenta con la protección de las autoridades y que al verse afectada por el fuego no sólo sería una pérdida para nuestra fauna, sino además una pérdida de información sobre esta especie”, finalizó.