Los aparatos celulares están constantemente enviando y recibiendo señales hacia y desde la antena más cercana, información que queda almacenada y que ahora, a través de un proyecto FONDEF, es utilizada por investigadores del Laboratorio de Ecoinformática de la UACh para entender qué es lo que pasa en las ciudades sus dinámicas y oportunidades de optimización social.
“Hoy en día los celulares envían mucha más información de la que creemos, como por ejemplo, los SMSs y el tráfico de datos por internet. Esa información queda almacenada y, por lo tanto, se puede saber a qué antena se ha conectado cierto usuario durante el día”, explicó el académico del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio (ICBTe) de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh y responsable del proyecto FONDEF IDeA ID15I10313 “Desarrollo de algoritmos de agrupación socio espacial para develar dinámicas urbanas a partir de datos en tiempo cuasi real no convencionales en la planificación, gestión y monitoreo de la ciudad”, Dr. Horacio Samaniego.
Si bien esta información es anónima, pues no se busca acceder al número de celular al que corresponde la información de un usuario “x” que se conectó a determinada antena, sí permite comprender el comportamiento social del “urbanita”.
Pero ¿para qué sirven estos datos? Los investigadores buscan entender qué es lo que está sucediendo en las ciudades. “Teniendo las trayectorias de los millones de habitantes de Santiago, por ejemplo, podemos localizar los puntos neurálgicos de la ciudad, que pueden ser distintos para cada hora del día y para cada día del año. Podemos también visualizar los flujos de personas entre distintas zonas de la ciudad y a distintas horas, para así tener una mejor planificación de transportes y obras viales”, explicó Samaniego.
A partir de este conocimiento se puede repensar el concepto de ciudad, o incluso de comuna. Teodoro Dannemann, Director Alterno del proyecto, señaló que se podría dar un sentido funcional al concepto de límite. “¿Dónde está el límite de la ciudad? ¿Por qué podemos dibujar una línea imaginaria que separa áreas a nivel de planificación territorial? En contraste a esto, se podría definir la ciudad centrándose en sus constituyentes principales: las personas y sus interacciones. Nosotros formamos parte de la ciudad en cuanto nos movemos en ella e interactuamos entre nosotros y con el territorio y su infraestructura. Al movernos, claramente generamos límites físicos, los cuales no concuerdan necesariamente con los límites de un mapa administrativo y político”.
En este sentido, para los investigadores resulta interesante plantear distintos tipos de mapas, de la misma forma como existen mapas geográficos o políticos, “Eigencities” (nombre informal del proyecto) plantea mapas de interacciones. “Esto abrirá también espacio a las distintas disciplinas que permite representar espacialmente las interacciones en las ciudades”, afirma Dannemann.
Plataforma
Apoyados por la Telefónica I+D, la Universidad Católica de Chile, El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones e Inria Chile, los investigadores se encuentran desarrollando una plataforma que permitirá visualizar esta información, la cual será útil no solamente para los planificadores urbanos (MOP, MINVU, municipalidades, entre muchos otros), sino que también fundaciones, ONGs e incluso la ciudadanía en general.
“La idea es tener una herramienta que nos sirva a todos para vislumbrar qué está pasando en nuestra ciudad en un nivel agregado y colectivo. Además, estamos ahora en una fase de integración de los datos de movimiento con datos socioeconómicos de las personas (como el Censo, CASEN, etc). Esto permitirá asociar flujos de personas a características socioeconómicas, lo que potenciará aún más la herramienta, pues permite divisar la segmentación de la ciudad y vislumbrar cuáles son las zonas más desprotegidas en distintas áreas: salud, vivienda, transporte, seguridad, etc”.