A propósito del lamentable deceso por suicidio del actor Robin Williams, queremos referirnos a la relación que existe entre el estado depresivo severo y la conducta suicida, y la poca sensibilidad pública que se tiene del tema.
Hay que entender la conducta suicida como un cambio en el estado mental de una persona que está sufriendo. La mayoría de las veces está cursando un trastorno mental como es la depresión, la cual es una enfermedad grave que no hay que minimizar ni ridiculizar.
La realidad nacional y sobre todo regional nos está mostrando que las tasas de suicidio se han triplicado dentro de los últimos 10 años en Los Ríos y en el país. Lo que más llama la atención es que la tasa de suicidios en adolescentes ha aumentado significativamente en este período, principalmente en mujeres.
La depresión no es una enfermedad inocua y no debe ser minimizada en sus riesgos. Muchas veces está asociada a intentos de suicidios, que muchas personas en la comunidad interpretan como un acto de manipulación, pero lamentablemente 1 de cada 6 intentos de suicidio termina con resultado de muerte, por lo que debe ser tomado en serio y debe entenderse como una forma patológica de pedir ayuda, de desesperación ante su propia existencia.
La depresión es una enfermedad tratable y si se detecta en sus etapas tempranas es evitable que siga avanzando. Debemos tomar conciencia como sociedad de este tema y no como se puede observar en algunos blogs o comentarios en redes sociales, que incentivan o estigmatizan esta conducta. Es fácil opinar y criticar a personas lejanas o a gente que sale en el diario, pero cuando se trata de la propia hija/o, hermana/o, esposa/o, padre, madre, etc., cambia el punto de vista y uno puede entender el nivel de sufrimiento que esta situación puede acarrear.
Entendamos que este tema es prevenible, que las personas pueden recibir ayuda y el sólo hecho de acogerlos, escucharlos y acompañarlos va a ser ya una intervención adecuada. Quiero aprovechar de hacer un llamado a nuestras autoridades y a todas aquellas personas del ámbito público y privado que quieran colaborar, en alinearnos todos en una estrategia conjunta, tal como lo ha planteado el Ministerio de Salud, en enfrentar una enfermedad que es tratable y prevenible en muchas ocasiones, para evitar su peor consecuencia que es el suicidio, logrando así que reduzcamos la aparición de más casos en nuestra región y país.
Dr. Tomas Baader
Director Alianza Chilena contra la Depresión
Director Instituto de Neurociencias Clínicas
Facultad de Medicina
Universidad Austral de Chile
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