Con resultados esperables, pero también con algunas sorpresas, se encontró Esteban Cortés Calderón, Ingeniero en Conversación de Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, luego de analizar los datos producto de su tesis “Especies diferentes, patrones diferentes: Efectos de perros domésticos sobre el uso del espacio de mamíferos silvestres a múltiples escalas espaciales”.
El estudio se llevó a cabo en el marco del programa de Magíster en Ciencias mención Bosques y Medio Ambiente que imparte la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, y que fue presentado recientemente para la obtención de dicho grado.
“La finalidad del estudio fue evaluar si los perros en sectores rurales afectan la presencia de otros mamíferos nativos, para lo cual instalamos cámaras trampa en toda la zona costera de la Región de Los Ríos, desde la Ruta 5 hacia la costa”, señaló el profesional.
Fue un trabajo arduo que implicó la instalación de 253 cámaras y su posterior análisis. Estos instrumentos debían grabar durante 30 días, sin embargo, muchas cámaras, debido a la pandemia, quedaron registrando por mucho más tiempo.
Hallazgos
Las especies analizadas fueron el pudú, el zorro chilla, el zorro chilote y la guiña. Cada especie presentó un patrón distinto.
“Esta asociación entre perros y mamíferos nativos la evaluamos en dos escalas, lo cual es novedoso. Seleccionamos varios sitios aleatoriamente dentro de la región, para lo cual se dividieron celdas de 400 ha cada una, espacio donde se instalaron hasta cinco cámaras. Son 57 sitios con un promedio de cuatro cámaras cada uno. Entonces, lo que analizamos fueron los efectos de perros a nivel de cámara y a nivel más amplio de la celda completa, es decir, dos escalas espaciales”, explicó.
Uno de los principales hallazgos era esperado por el investigador debido a la vulnerabilidad de esta especie frente a los perros. “Encontramos que a nivel de celda o paisaje aquellos en donde había mayor detección de perros existían menos probabilidades de encontrar pudú”, indicó.
Un caso distinto ocurrió con el zorro chilla ya que descubrieron una asociación positiva, es decir, donde había mayor abundancia de perros también había mayor detección de este mamífero. “De cierta manera coexistían, por lo que debe existir algún mecanismo que permite que ambos estén en los mismos paisajes”, expresó Cortés.
Por otro lado, el zorro chilote, otra especie interesante por estar en peligro, no presentó una asociación con perros, sino con el bosque. “Solo había presencia de zorro chilote donde existía alta proporción de bosque en el paisaje”, afirmó.
Por último, la guiña sorprendió al Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales, ya que detectaron abundancia de este mamífero en todos los sitios. A escala más pequeña, sin embargo, observaron que existía menor probabilidad de encontrar la especie si hay más abundancia de perros.
Esteban Cortés manifestó que esta investigación, que se enmarcó en un proyecto FONDECYT del Dr. Eduardo Silva, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, es un estudio novedoso e interesante. “Si bien la asociación entre fauna y perros se ha estudiado previamente, este diseño resulta innovador además de costoso, ya que requiere bastante esfuerzo económico y humano”, destacó el profesional, quien ahora se ha unido al Programa Austral Patagonia para desarrollar monitoreo en Áreas Silvestres Protegidas.
Cabe mencionar que la comisión evaluadora de este estudio se conformó por el profesor patrocinante, Eduardo Silva; el profesor co-patrocinante, Ariel Farías (U. de la República, Uruguay), los profesores informantes Paulo Corti y Mauricio Soto, y el profesor externo Darío Moreira (U. de Santiago).