Organizaciones y comunidades indígenas de las Regiones del Bio Bio, Los Ríos, Los Lagos y Magallanes se reunieron en el Campus Miraflores de la UACh en una jornada por la defensa de la ley Nº 20.249 de Espacios Costeros Marinos para Pueblos Originarios, más conocida como “Ley Lafkenche».
La actividad, que se efectuó el viernes 20 de octubre, estuvo enfocada en la lucha por los derechos ancestrales al acceso y el uso del mar por parte de las comunidades indígenas, abordando específicamente la amenaza del sector empresarial, el cual está en un constante intento por debilitar los derechos de las comunidades, para imponer megaproyectos en el borde costero.
La ley reconoce el uso consuetudinario de parte del borde costero a los pueblos indígenas donde las comunidades, por tiempos ancestrales, han realizado prácticas culturales, espirituales, de recolección y pesca, entre otras.
Patricio Melillanca, organizador de la actividad, señaló que “el derecho que tienen las comunidades mapuche y kawésqar a ejercer la libre determinación y analizar la institucionalidad es fundamental, para luego manejar, administrar y controlar el territorio, el maritorio y los recursos que existen en la zona costera”.
En base a esos derechos es necesario que las comunidades usen las herramientas que existen dentro de la ley para seguir rechazando la imposición de las industrias salmoneras, forestales, inmobiliarias y energéticas que están presionando para cambiar la normativa.
Dentro de los acuerdos a los que llegaron las comunidades asistentes se encuentra el trabajo en alianzas tanto de los pueblos originarios, como también de sectores de la sociedad chilena.
“Hay que generar alianzas entre las comunidades y las diferentes identidades mapuche, establecer alianzas con sectores del pueblo chileno, las organizaciones sociales, ciudadanas y también generar visión de que la industria salmonera está funcionando a nivel mundial y que los consumidores del salmón que se cultivan en las aguas de Walmapu, aguas australes de Chile, del país mapuche son un producto que ha generado una huella de desastre ambiental, social y de contaminación”, recalcó Patricio Melillanca.
En la reunión se llegó al consenso de mantener la comunicación y realizar más encuentros con el fin de crear una red de personas que puedan crear estrategias para salvaguardar el derecho de los pueblos originarios y la protección de los espacios marinos que poseen una carga tanto espiritual como de subsistencia para estas comunidades.