El proyecto denominado “Restauración de la Casa Ehrenfeld, actual Conservatorio de Música UACh” concursó en el mes de julio del 2013 a los Fondos para el Patrimonio Cultural del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, obteniendo una de las mejores calificaciones a nivel nacional que justifica la necesidad de mejorar esta bella perla arquitectónica. La adjudicación de este proyecto otorga a la UACh 120 millones de pesos, la Universidad por su parte replicará este mismo monto como cofinanciamiento, lo que genera un total de 240 millones de pesos para realizar las obras.
El Director del Conservatorio Wladimir Carrasco M. señaló “Este es un gran logro que se gestó gracias a la inquietud de un equipo que formamos con mucho entusiasmo con administrativos de nuestra unidad, donde se trabajo por más de un año, para poder presentar este proyecto. Además está la colaboración incondicional que tuvimos de la Universidad por medio de Vicerrectoría Académica. Es un sueño que largamente anhelé y que por fin podremos concretar.”
Las obras estarán a cargo de un equipo de profesionales que también participaron en la elaboración del proyecto liderado por el Arquitecto Gerardo Sealzer, quien ha participado en diferentes proyectos como la restauración interior de la Casa Commenstz-Hoffmann y los trabajos del Teatro Cine Club, entre otras obras en nuestra ciudad.
La Casa Ehrenfeld Propiedad del industrial en curtiembre don Gustavo Ehrenfeld Bachmann y de doña María Braub, fue construida en 1919 por Sebastián Werckmeister. Surge como parte del apogeo industrial del siglo XIX en Valdivia, que se inicia entre los inmigrantes alemanes. Gustavo Ehrenfeld es uno de estos industriales y formador de la empresa eléctrica, de lo que da cuenta la chimenea existente, de 1919, monumento histórico contiguo al deslinde sur de la casa y su predio.
Entre los inmigrantes son algunas las familias que logran construir grandes casas, y la antigua
calle del Canelo (homónimo también para el torreón español de 1770, del ingeniero Garland, y que se ubica en esta calle) –hoy General Lagos- es escogida por varias de las nuevas familias
industriales. Algunas de ellas tendrán sus instalaciones de producción en la Isla Teja y en lugares más extremos de la ciudad, como Miraflores (a continuación de General Lagos), Las Ánimas y Collico. Para estas extensiones territoriales de Valdivia, el río es una vía de comunicación y comercialización. Las casas de industriales, como la casa Ehrenfeld, se construyen en los terrenos que se ubican entre General Lagos y el río mismo, y de esa manera acceden directamente a esta vía fluvial.
El apogeo industrial y la construcción de estas residencias familiares posibilitan el desarrollo de una arquitectura centro europea y un urbanismo temprano de la antigua ciudadela colonial, transformándose en ciudad industrial y en ciudad puerto.