La actual Administración de nuestra Universidad hizo público, en sesión de Consejo Académico de 17 de marzo de 2021, un resumen de los términos contractuales con los que la anterior administración contrajo un conjunto de créditos de largo plazo para la financiación de un Plan de Fortalecimiento de la Infraestructura Institucional, cuyo objetivo es proveer a nuestra casa de estudios de mejor y moderna infraestructura para llevar a cabo su misión institucional.
Es necesario, en primer lugar, reconocer y valorar el gesto de transparencia institucional, que contribuye a mejorar los procesos de autorregulación y fortalece el desarrollo de nuestra Universidad.
En segundo lugar, es preciso informar a la comunidad que la apreciación preliminar del Consejo Académico respecto del conjunto de hipotecas, y muy especialmente, respecto de las obligaciones adicionales al pago de los dividendos que establecen los respectivos contratos (que se conocen con el tecnicismo anglosajón de covenants), es que ellos determinan restricciones graves a la libertad de gestión corporativa, particularmente en el mediano y en el largo plazo; y algunos de ellos resultan excesivos e inconvenientes. Por ello, este Consejo es de la opinión que, al margen de las competencias estatutarias estrictas, la importancia e impacto de esas limitaciones en los procesos actuales y futuros de la Universidad hacían aconsejable que tales condiciones crediticias se hubieran ponderado y debatido de manera amplia y transparente, especialmente con quienes realizan la gestión académica que es esencial a una Universidad. Por lo mismo, el Consejo entiende que es imperativo que la actual Rectoría inicie, apenas se despejen completamente las implicancias de estas obligaciones, un proceso de renegociación con miras a lograr condiciones crediticias que resulten corporativamente admisibles y que preserven la autonomía de la Corporación en la adopción de todas las decisiones relativas a la gestión administrativa de sus procesos internos. En este sentido, el Consejo insta a la actual Rectoría a que adopte todas las medidas, internas y externas, que posibiliten una mejor posición institucional para la renegociación.
En tercer lugar, el Consejo quiere asegurar a la Comunidad, y muy especialmente a estudiantes y trabajadores que, al margen de esas limitaciones, la Universidad Austral de Chile tiene una situación financiera y patrimonial sana, que permite garantizar a cada uno de sus estudiantes la plena normalidad de sus procesos formativos profesionales y académicos; y a cada uno de sus trabajadores la normal continuidad de los contratos que los ligan con la Corporación.
En resumen, si bien se trata de una situación delicada que debió abordarse de una manera distinta, ahora cabe enfrentarla con firmeza y con máxima prudencia. Estamos ciertos de que la actual Rectoría, y la que venga, se harán cargo de esa necesidad de justicia y firmeza; y de que toda nuestra comunidad será capaz de hacer un ejercicio de crítica racional en un ambiente de libertad, mesura y transparencia.
Valdivia, 24 de marzo de 2021