*Toda la comunidad está invitada al evento de finalización del desafío, el que se realizará este jueves 19 a las 15:00 hrs. en el Gimnasio del Campus Miraflores.
Cuantas veces las ambulancias o carros de bomberos deben tratar de abrirse paso entre los automóviles, pasándose semáforos en rojo con el riesgo que ocurra algún choque. El riesgo justifica la urgencia: hay vidas que salvar, ¿cierto? Sin embargo, puede que haya una mejor solución: ¿no sería genial que los semáforos le dieran automáticamente luz verde a los vehículos de emergencia? El problema es que el semáforo tendría que ser capaz de diferenciar estos vehículos de otros para que la gente no se aproveche. Tendría que haber, por decirlo así, un medio secreto de reconocimiento entre los vehículos de emergencia y los semáforos.
Ese fue precisamente el “desafío de ingeniería 2014” que los estudiantes de primer año de las carreras de Bachillerato en Ciencias de la Ingeniería, Ingeniería Civil Electrónica, Informática, Obras Civiles, Mecánica, Ingeniería en Construcción e Ingeniería Naval debieron resolver.
Así, luego de diez semanas de arduo trabajo, este jueves 19 a las 15:00 hrs. en el Gimnasio del Campus Miraflores, concluye el desafío, con el enfrentamiento de las mejores máquinas realizadas.
Vehículos inteligentes en ciudades eficientes
El académico del Instituto de Informática, Dr. Jorge Maturana explicó que les solicitaron a los mechones que hicieran un vehículo el cual debe pasar por debajo de una serie de portales que simulan ser los semáforos. “En la parte superior de los portales hay dos paletas, las cuales pueden estar arriba o abajo, y la combinación de ellas forma el mensaje que el semáforo/portal envía al vehículo. El vehículo conoce la clave secreta, que consiste en leer la combinación de paletas y mover una patita hacia uno de los lados para liberar el globo correcto. Para cada combinación de paletas hay sólo un lado correcto, y el vehículo debe saber cuál es” dijo el académico.
Pero no sólo eso, el avance del vehículo debe ser realizado de manera autónoma, es decir, sin intervención humana durante la operación, y utilizando sólo energía mecánica. Además les pidieron privilegiar el uso de material reciclado, para disminuir tanto los costos como el impacto sobre el medio ambiente. “Ningún plano o indicación fue entregado para hacer estas máquinas, por lo que nuestros estudiantes debieron aplicar todo el ingenio que se espera de un estudiante de ingeniería” agregó el Dr. Maturana.
Ingenieros desde primer año
Enfrentarse a problemas reales y resolver desafíos similares a los que deberán afrontar como ingenieros en un proyecto de verdad es el objetivo de este primer taller que deben aprobar los mechones durante su primer semestre.
La coordinadora de la actividad y académica del Instituto de Informática, Prof. Marianna Villarroel, comentó que cuando uno entra al mundo laboral debe ser capaz de superar todas las limitaciones para poder cumplir con el objetivo propuesto. El poner a los estudiantes frente a una situación casi imposible de resolver es para que se den cuenta que trabajando en equipo y con creatividad sí se pueden encontrar soluciones.
Los profesores a cargo de esta actividad y que cada año proponen desafíos diferentes a sus nuevos estudiantes son Fabiola Ojeda, Pablo Vergara, Jorge Maturana, Mariana Villarroel, Mauricio Ruiz-Tagle, Alejandro Villegas, José Mardones, Misael Fuentes, Gonzalo Tampier y Richard Luco.
Desafíos de ingeniería, una tradición UACh
El año 2013 los mechones de ingeniería UACh debieron construir una máquina inspirada en el ejército romano específicamente en en las dificultades que debió enfrentar el General Julio César el año 52 A. C. durante la batalla de Alesia.
La máquina debía ser capaz de lanzar dos proyectiles a dos blancos distintos, en un corto tiempo y con un único accionamiento por parte de un legionario romano.