Considerando la experiencia que ha adquirido la UACh en materia de desastres naturales o antrópicos y sus consecuencias, el investigador de la Facultad de Ciencias Dr. Eduardo Jaramillo (Instituto de Ecología y Evolución) plantea la necesidad de que esta Universidad impulse una instancia formativa que se haga cargo de este requerimiento de la sociedad.
Por ello –asegura- sería conveniente que la Universidad Austral de Chile pensara en desarrollar una iniciativa de estas características, dado que cuenta con una experiencia valiosa al abordar el estudio de desastres, como por ejemplo, la erupción del Volcán Chaitén en marzo del año 2007, el terremoto y tsunami del 27 de febrero pasado en gran parte del centro sur de Chile, o la varazón de sardinas al interior del estuario del Río Queule durante abril del año 2009.
El académico del Instituto de Ecología y Evolución UACh hizo estas declaraciones tras participar en la Universidad de Concepción durante los días 25 y 26 de agosto en el encuentro denominado Taller Nacional «Contribuciones al plan de emergencia nacional frente a riesgos de tsunamis», organizado por la Unesco dentro del marco del Proyecto DIPECHO «Aprendizaje y adaptación frente a tsunamis en Colombia, Ecuador y Chile».
DIPECHO es un acrónimo de Programa de Preparación ante Desastres del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea.
El académico expuso sobre el impacto del terremoto y tsunami del 27 de febrero sobre la fauna litoral de playas arenosas y costa rocosa. En la oportunidad compartió los resultados de sus estudios con profesionales del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Servicio de Sismología de la Universidad de Chile, Ministerio de Educación (Mineduc) y Universidad de Concepción.
Según dijo, en este taller nacional se presentaron los planes de emergencia de diversas regiones, se discutieron las bases conceptuales referentes a las características sismológicas de Chile y al origen de los tsunamis, junto con abordar los efectos ambientales del terremoto y tsunami del pasado 27 de febrero. Igualmente se realizaron trabajos grupales para levantar propuestas para el fortalecimiento de planes de preparación frente a tsunamis en la costa de Chile.