La académica del Instituto de Artes Visuales, contó en una entrevista, los inicios en su carrera, sus proyectos y su visión sobre la Facultad de Arquitectura y Artes UACh.
Marcela, quien es madre de Clara de seis años, divide su tiempo entre su familia y su vasta carrera académica la que se caracteriza por ser muy transdisciplinaria y multifacética.
Si bien no tiene mucho tiempo libre, cuenta que fuera de la Universidad le gusta mucho dibujar, “diría que ante cualquier problema, alegría, tristeza lo que sea dibujo. Siempre tengo una croquera a mano”.
Por otra parte siempre realiza diversas cosas manuales. “Cada vez que puedo tomo mis herramientas arreglo un mueble o hago cambios en mi casa. Creo que siempre hay algo en proceso en mi taller, desde una mesita de noche, a un telar, no importa mucho el formato mientras sea algo que me da vueltas como idea. Creo que en esencia es lo mismo que me motiva a investigar: Algo me afecta y no paro hasta entenderlo”.
¿Por qué estudiaste tan diversas carreras?
La verdad es un poco extraño. Estudie tres carreras de pregrado y para todas tuve la misma motivación: ser absolutamente ignorante en el tema.
En Teoría e Historia del Arte, en la Universidad de Chile me animaban los ramos de teoría y estética ¿qué era eso? En el colegio sólo te dicen algo de la belleza si es que tienes suerte, luego entras a la universidad te encuentras con el maestro Adolfo Couve y dices a ah! se trataba de pensar el arte.
A la arquitectura creo que llegue por una iglesia neogótica de Santiago: la sensación de los arbotantes, las alturas, la suspensión de las masas de hormigón me pareció alucinante. Tenía que aprender a pensar en ello. Y así fue seis años después me encontré titulada de arquitecta y asociada a dos proyectos de investigación. Allí recién entendí por dónde iba mi camino.
Luego estudie Teatro (Teatro Imagen) y me capacite en coreografía, todo ello por la más primaria de las preguntas: la del cuerpo.
¿Cuáles son tus principales líneas de investigación? Tu sello.
Básicamente me dedico a la Teoría del cuerpo, es un concepto amplio pero aúna los estudios transdiciplinares que tienen al cuerpo como problema central. Así mi tesis doctoral es sobre Representación corporal y teoría farmacopornográfica, en la investigación posterior de los Cafés con Piernas acudí a las relaciones del cuerpo, espacio y economía, ahora estoy comenzando un trabajo sobre las representaciones corporales y el espacio público en las obras de danza entre 1990 y 2010.
Sin dejar de lado lo que me quita el sueño por estos días que son las transformaciones del problema del cuerpo en las artes visuales.
¿Cómo llegaste a ser académica de la Universidad Austral de Chile?
A la Escuela de Artes Visuales entre por un concurso académico en el año 2013, anteriormente había dado cursos en la Facultad de Filosofía y Humanidades.
¿Qué destacarías de la carrera de Artes Visuales?
Licenciatura en Artes Visuales es una carrera que despliega una serie de posibilidades, pues no solo entrega la formación en los distintos oficios pintura, escultura, grabado, estética, fotografía y nuevos medios sino que abre las posibilidades de pensar críticamente la realidad. Eso, hoy es un lujo puesto que tenemos la posibilidad de dialogar y co-construir mundos y realidades posibles con nuestros estudiantes.
¿Qué crees que es lo más importante que debes plasmar en tus estudiantes?
Espero primero aportar en alguna medida a su formación, luego me importa muchísimo que tengan la capacidad de analizar un problema desde la mayor cantidad de aristas posibles para que puedan reflexionar y tener opinión crítica e informada.
Muchas veces se piensa que los artistas se movilizan solo por la intuición o inspiración, pero lo cierto es que hoy por hoy la función del arte es crear mundos y realidades posibles que apelen a los afectos de las personas que espectan las obras. Esa noción me gustaría darle a mis estudiantes.
En la Actualidad ¿Cuál es tu principal proyecto?
¿Después de mi familia?, que para mí es el proyecto más importante.
Cuerpos en crisis, danza y ciudad. Es una investigación que partió al alero de la primera versión de Taller Cuerpo Sur y, que hoy orienta mis esfuerzos investigativos así como la necesidad de consolidar el grupo de investigación en Teoría del Cuerpo con el que venimos trabajando hace un tiempo.
¿Cómo crees que se proyecta el Instituto de Artes Visuales y la Facultad de Arquitectura y Artes a mediano y largo plazo?
Tengo toda mi esperanza puesta en que tanto, el Instituto de Artes Visuales como la FAA se consoliden como referentes en la discusión critica del arte y la arquitectura en la zona sur austral, mostrando la capacidad de innovación que tenemos.
Somos una facultad recién formada con un grupo humano con muchas ganas de hacer y crecer tanto en el proyecto colectivo como en el individual, así que solo debemos crecer.
Uno de los pilares de la Facultad es la transdisciplina, algo que también ha sido parte fundamental de tu camino profesional. ¿Cuál crees que es su importancia en éstas áreas?
La transdisciplina no es que sea importante es que es la manera de hacer conocimiento en estas áreas. No hay otra.
Los artistas, arquitectos y músicos abordan problemáticas tremendamente complejas que deben ser estudiadas llamando a diversas disciplinas. El trabajar con otros, conocer cómo piensan es parte de su constitución.
En la Facultad de Arquitectura y Artes la transdisciplina la estamos relevando, la estamos poniendo en valor, le vamos a dar espacio, pero es un pilar fundamental en cómo y que se hace en estas áreas.