Historias que rescatan el particular vínculo de las comunidades humanas con las aves y la memoria biocultural del río Cruces, Región de Los Ríos, constituyen el eje central de “Voces de un territorio”, documental que hunde sus ojos en este humedal de más de 6 mil hectáreas, formado tras el terremoto de Valdivia en 1960, y posteriormente declarado Santuario de la Naturaleza.
El pre estreno de esta obra -desarrollada por el colectivo Baguales, con apoyo del Centro de Humedales Río Cruces de la Universidad Austral de Chile, el Laboratorio de Estudios del Antropoceno y el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB)- será exhibido el próximo jueves 21 de abril a las 10:15 horas, mediante el canal de IEB Chile en YouTube.
El trabajo socio-ecológico que presenta el documental fue realizado por profesionales de la conservación, científicas, científicos, antropólogos, veterinarias, estudiantes y habitantes de las comunidades, y se enmarca en el proyecto de investigación “Desafío biocultural: Las aves como centinelas de la memoria e indicadoras de los cambios socio-ecológicos del humedal río Cruces”, que fue financiado dentro del programa de investigación del Centro de Humedales Río Cruces de la UACh.
En ese contexto, el documental tiene como objetivo inducir espacios de discusión y auto re-conocimiento con los habitantes del territorio del río Cruces, y contribuir a la toma de decisiones desde las mismas comunidades locales. Todo esto considerando además las amenazas e impactos que ha sufrido este ecosistema, a causa de las actividades industriales, como es la muerte y migración masiva de poblaciones de cisne de cuello negro.
Registrando la memoria biocultural
Cristóbal Pizarro, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad y de la U. de Concepción, es uno de los protagonistas que ha estado fuertemente implicado en el desarrollo de la investigación y del documental.
“Anteriormente, ya había participado en trabajos sobre etno-ornitología, una subdisciplina que estudia la relación de los seres humanos y su cultura, con las aves, como un elemento que genera relaciones recíprocas e importantes en diferentes territorios del mundo. Durante esta investigación quisimos profundizar en las memorias y conocer los vínculos de las personas con la naturaleza, que también se daban en prácticas y recuerdos afectivos”, señala el investigador del IEB.
Para estos fines, el equipo contó además con el apoyo de monitoras, monitores y estudiantes que establecieron vínculos directos con las comunidades de río Cruces, apoyando el desarrollo de entrevistas, mapeos y recorridos que les permitieron tomar contacto con los relatos y conocimiento local.
“Dentro de la vida silvestre, las aves son un componente de gran presencia, ya sea por su tamaño, vocalizaciones, hábitos y otros elementos, que se pueden vincular con las personas y sus prácticas. En ese contexto, realmente vemos que existe una relación íntima de las aves con la memoria de las personas y su identidad. Recuerdos muy vívidos que los conectan con la naturaleza y su entorno”, afirma Cristóbal Pizarro.
Los autores de la obra y la investigación explican que el trabajo demostró que las 10 comunidades con las que trabajaron tienen un amplio conocimiento de las 84 especies de aves identificadas, así como también del territorio y sus amenazas, elementos fundamentales para comprender los cambios socioambientales que han ocurrido en este santuario.
“La contaminación de la celulosa Arauco en este lugar y la muerte masiva de cisnes de cuello negro, especie icónica, produjo un levantamiento social que involucró a distintos sectores, desde estudiantes, sectores ambientales, servicios públicos y la sociedad civil organizada, quienes se enfrentaron a las entidades productivas del territorio. Ese hito marca una relación importante de las comunidades con la naturaleza y un aspecto que quisimos registrar en el documental”, señala Pizarro.
El Director Ejecutivo del Centro de Humedales Río Cruces de la UACh, Ignacio Rodríguez, indica que “las aves y los humedales son hermanos inseparables. De hecho, la Convención Ramsar nace a partir de la protección de las aves acuáticas. En ese sentido, este proyecto va muy en línea de lo que tradicionalmente se ha utilizado como un emblema de la conservación de los humedales que son las aves y en particular en el río Cruces donde históricamente ha habido una afectación del cisne de cuello negro y que precisamente dio origen a la creación del CEHUM”.
El legado transgeneracional y la importancia de este sector como centro fluvial en el que la navegación tuvo un rol importante para las comunidades es otro punto que destacan los autores de la obra. Asimismo, constatan la presencia de refugios bioculturales, sitios de gran relevancia para la diversidad biológica y cultural. “Dichos espacios están muy marcados y nítidos alrededor del río Cruces y, particularmente, en la desembocadura de los esteros, vinculados a los muelles de navegación, sitios de nidificación y a los recuerdos y memorias de las personas”, señala Cristóbal Pizarro.
Lukas Quinteros y Francisco Troncoso, ambos ingenieros en conservación de recursos naturales y comunicadores científicos del colectivo Baguales, también se refieren a la relevancia del proyecto audiovisual, que les tomó alrededor de un año registrar, con algunas dificultades y cambios en la hoja de ruta producto de la pandemia.
“Ha sido un trabajo largo y un gran desafío biocultural. Comenzamos a grabar videos cortos desde un inicio y ocupamos lo audiovisual principalmente, como una herramienta para rescatar testimonios. En ese contexto, el video está pensando más como un insumo de investigación y lo que busca generar, en una tercera fase del proyecto, es un espacio de reflexión donde las personas puedan entregar sus propias conclusiones respecto a la memoria biocultural del río Cruces”, comenta Lukas Quinteros.
Esta última etapa del proyecto plantea una actividad de discusión y diálogo intergeneracional e intercultural, denominado el Gran Diálogo de la Memoria.
Los integrantes del colectivo Baguales valoran los aportes generados por los diferentes actores del proyecto: desde estudiantes que apoyaron los terrenos, las y los informantes clave que entregaron testimonios sobre sus vínculos con las aves y el proceso de memoria viva, y el registro audiovisual y sus aportes a la comunicación científica. Asimismo, también rescatan la importancia de promover estudios socioecológicos, pues en éstos se dispone de un mayor foco para interactuar con la gente y establecer relaciones de confianza.
Por su parte, Cristóbal Pizarro advierte la importancia del trabajo como evidencia para la conservación del patrimonio biocultural, en un territorio de gran biodiversidad, que además cumple un rol vital en el combate de la crisis hídrica y la entrega de bienestar a diversas especies y comunidades humanas.
Finalmente, el documental completo se estrenará en una fecha futura, una vez se realice la actividad Gran Diálogo de la Memoria.