En agroecosistemas productivos la estructura del suelo es crucial para el almacenamiento y transporte de agua y nutrientes a través de sus poros, y la «condición física del suelo» es fundamental para el manejo de la fertilidad en praderas del sur de Chile, explica el Dr. John Clunes, Profesor Adjunto del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la Universidad Austral de Chile (UACh).
El académico de la UACh dirige el proyecto FONDECYT de Iniciación “Almacenamiento físico de nutrientes en el volumen de los poros. Un factor dinámico de disponibilidad de nutrientes que depende de la estructura del suelo y la biomasa microbiana”.
Esta investigación FONDECYT busca determinar el efecto de la estructura del suelo en el almacenamiento de carbono, nitrógeno y azufre disponibles, así como su relación estequiométrica, lo que quiere decir la relación cuantitativa entre los diferentes elementos o compuestos en una reacción química o en una muestra de materia.
“El almacenamiento físico de nutrientes en el suelo depende de propiedades hidráulicas, la funcionalidad del sistema de poros, la distribución espacial de partículas y agregados y la biomasa microbiana. La disponibilidad de nitrógeno (N) y azufre (S) está influenciada por los flujos de agua en el suelo, determinados por los ciclos de secado y rehumectación”, comentó el especialista de suelos de la UACh.
Sobre las muestras
Luego de tener las muestras se realizarán experimentos en laboratorio bajo condiciones controladas de ciclos de secado y humectación en muestras estructuradas de 10 cm de profundidad, se les agregará N15 y se determinará la cantidad que fue almacenada en el suelo durante cada ciclo.
Los ciclos de secado y humectación se definirán por la tensión a la cual el agua se retiene en el suelo, que oscilará entre 60 hPa y 1000 hPa. Además, se evaluará cómo cambian los agregados del suelo, así como los pools lábiles y recalcitrantes de carbono y nitrógeno asociados con cada fracción durante cada ciclo.
Asimismo, se investigará el «pool biológico» de cada suelo y su influencia en la disponibilidad de nutrientes. Con todos estos análisis, se espera determinar la contribución de las propiedades físicas, químicas y biológicas en el almacenamiento físico de nutrientes en el suelo.
Los resultados proporcionarán conocimientos sobre cómo la estructura del suelo y la actividad microbiana influyen en la disponibilidad de nutrientes, lo que puede mejorar la fertilización y el manejo de la fertilidad en agroecosistemas.
Para el especialista en suelos, su principal desafío es integrar tanto propiedades físicas, químicas y biológicas para explicar un proceso que es dinámico en el suelo que es la disponibilidad de nutrientes en un periodo definido, lo que permitirá a futuro ajustar la fertilización considerando la integración de dichos factores.
Las muestras de suelo son obtenidas de dos regiones de Chile, de Los Ríos y Los Lagos. El académico explicó que en estas dos regiones existen diversos tipos de suelos volcánicos entre la pre-cordillera de los Andes y la cordillera de la Costa, debido a sus procesos de formación. Entre ellos se encuentran suelos de tipo franco-arenoso de la serie Puyehue, clasificados como Inceptisoles. También se pueden hallar suelos de terrazas fluviales de composición franco-arcillo-limosa, pertenecientes a la serie Río Bueno, de tipo Inceptisol-Andico.
Además, hay suelos de transición que presentan una textura franco-arcillo-limosa, pertenecientes a la serie Los Ulmos, clasificados como Ultisoles. Asimismo, se encuentran suelos rojos arcillosos, de textura franco-arcillosa, clasificados como suelos de la serie Cudico, también pertenecientes a los Ultisoles. Por último, se mencionan los suelos trumaos de textura franco-limosa, de la serie Valdivia, clasificados como Andisoles.
En la actualidad, el investigador se encuentra analizando los datos de una reciente pasantía de investigación realizada en Viena, y los resultados serán presentados en el Congreso Latinoamericano de Ciencias del Suelo (CLACS), que se llevará a cabo del 30 de julio al 04 de agosto de 2023 en Florianópolis, Brasil.
Fuente: Comunicado Ciencia en Chile.