La posibilidad de estudiar Pedagogía en Educación Básica en Puerto Montt fue un sueño hecho realidad para los jóvenes que postularon y llegaron a matricularse a la Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt, de ellos se destacan dos estudiantes que por sus méritos académicos y esfuerzo personal han logrado importantes becas que aportan al financiamiento de su carrera.
La estudiante Mery Jahidy Torres Soto se destacó como estudiante fundadora, siendo el puntaje más alto matriculado para su carrera. Ella estudió en el Liceo de Niñas Isidora Zegers, egresó el 2011 y se fue a estudiar Pedagogía en otra universidad del Consejo de Rectores. Cuando se abrió Pedagogía Básica en la UACh decidió cambiarse porque la malla curricular era todo lo que esperaba para formarse como profesora básica. “La malla es más integral, ciencias, arte, música, lograr las dos menciones. Ser una profesora integral, para trabajar en escuelas rurales.”
Ella no lo pensó dos veces y pese a que la carrera se abrió ese año y no podría acceder a la Beca Vocación de Profesor era la malla de la pedagogía básica que buscaba. La joven ingresó a la carrera obteniendo la Beca Bicentenario, Beca Presidente de la República, y fue beneficiada por la Beca de la Fundación DAEL.
Estudiosa y comprometida con su carrera, le gusta tocar el violín, el canto, la música es su pasión además de la ciencia. Junto con ello participa de un grupo de jóvenes voluntarios de una iglesia, que todos los sábados en la noche recorre Puerto Montt entregando tiempo a personas solas que viven en la calle.
Mamá viajera
María Claudia Mansilla Cabero vive desde niña en Calbuco, con 27 años de edad, 2 hijos Matías de 11 y Gabriel de 4, es Técnico de Nivel Superior en Párvulos y Educación Básica. Ella fue seleccionada como ingreso especial en la UACh, renunció a su trabajo en el Colegio San Miguel de Calbuco –donde estaban a punto de contratarla de manera indefinida como Asistente de Aula en 1° Básico-. “Era un buen trabajo de medio día, pero siempre quise ser profesora, me embaracé joven y bajo esas circunstancias, lo único para poder trabajar era estudiar una carrera técnica. Hoy como terminamos nuestra casa, me atreví a dar el paso. Sé que estos cinco años no nos espera una vida fácil de llevar en lo económico y familiar.”
Gracias al apoyo de su madre que cuida a sus hijos las horas que no están en el colegio, ella viaja tranquila a la UACh a estudiar. “Los días que entro a las 08:00 hrs. debo salir a las 06:30 hrs. de Calbuco.”
Pero su trabajo es arduo, y el tiempo para estudiar se concentra en los fines de semana o entre las 21:00 – 02:00 hrs. y no faltar a clases nunca, ya que como dueña de casa debe hacer el almuerzo, aseo, reuniones de padres y apoderados. “Soy dueña de casa 100%, mamá y apoderada 100%, hay actividades donde mi madre no me puede apoyar ya que no sabe leer.”
Su conexión con la familia es el teléfono celular, todo el día pendiente de lo que sucede allá a través de mensajes de texto.
“Con la madurez y responsabilidad que tengo, en clases aprendo bien y soy la que siempre hace preguntas, soy la mayor de esta generación. Fui elegida como la Presidenta del Centro de Alumnos de la Carrera.”
Al tener un título técnico de un instituto profesional, las posibilidades de acceder a becas y beneficios gubernamentales se redujeron casi por completo, no obstante ello logró la “Beca de Articulación” que se creó este año 2013, y junto con ello recibe dos Becas de la UACh la de Movilización y Alimentación lo que ha aliviado mucho sus gastos.