Según precisaron en un estudio publicado en Nature Human Behavior, el algoritmo predice la delincuencia mediante el aprendizaje de patrones temporales y geográficos, dividiendo las ciudades en mosaicos de 1.000 metros cuadrados. Para ello, los investigadores utilizaron datos históricos sobre delitos violentos y contra la propiedad de Chicago. El estudio demostró que funcionó igual de bien con datos de otras grandes ciudades, como Atlanta, Los Ángeles y Filadelfia.
El nuevo modelo informático de predicción de la delincuencia también reveló, según los investigadores, un sesgo en la respuesta policial, mayor en los barrios ricos a expensas de las zonas menos favorecidas. El algoritmo utilizado analiza los informes de delincuencia anteriores teniendo en cuenta muchos otros factores, por ejemplo, en un modelo separado, según se lee en el comunicado de prensa de la Universidad de Chicago, el equipo de investigación estudió la respuesta policial a la delincuencia analizando el número de detenciones tras los incidentes y comparando esas tasas entre barrios de diferente nivel socioeconómico.
Los investigadores vieron que los delitos en las zonas más ricas daban lugar a más detenciones, mientras que las detenciones en los barrios desfavorecidos disminuían. Sin embargo, la delincuencia en los barrios pobres no dio lugar a más detenciones, lo que sugiere un sesgo en la respuesta policial y la aplicación de la ley.
A pesar de ello, no todos los expertos están de acuerdo con el uso de esta tecnología, y muchos se han mostrado escépticos. Algunos han señalado la preocupación por la inclusión en el estudio de datos policiales que dependían de las denuncias de los ciudadanos o de los delitos que la policía sale a buscar.
Por otro lado, una profesora de lingüística de la Universidad de Washington, dijo en una serie de tuits que la atención debería centrarse en la focalización de las desigualdades subyacentes y no en la predicción policial, al tiempo que señaló que la investigación parece ignorar el fraude de inversiones o los delitos ambientales.
Fuente: www.13.cl