Hablar del 03 de diciembre de 2007, en la Universidad Austral de Chile como en Valdivia, aún revive la sensación de impotencia vivida frente al gran incendio que destruyó el Edificio Emilio Pugín, lugar que albergaba los Institutos de Bioquímica, Botánica, Farmacia, Física, Microbiología, Química y Zoología; además del Decanato de la Facultad de Ciencias e importantes laboratorios y colecciones científicas. Al momento de ocurrido el siniestro, se habló que el fuego había consumido un importante polo de investigación del sur de Chile; sin embargo, hoy al cumplirse dos años, la Facultad ve fortalecida su labor, proyectándose a los nuevos tiempos y desafíos.
La tarea no ha sido fácil. Esto lo sabe muy bien el Decano, Dr. Carlos Bertrán, quien ha encabezado largas jornadas de trabajo para lograr la reconstrucción de una de las facultades más productivas y, a la vez, responsable de impartir asignaturas que forman parte de los planes de estudio de la mayoría de las carreras de esta Universidad.
En términos de habilitación de espacios, el Decano indica que se cuenta con laboratorios docentes en funcionamiento, ubicados en las ex dependencias de la Dirección de Servicios UACh, implementados con moderno equipamiento. Asimismo, en el ex Hotel Isla Teja actualmente funciona el Decanato de la Facultad, Unidad de Desarrollo Estratégico, oficinas administrativas, Escuela de Graduados, junto a oficinas de académicos y estudiantes graduados pertenecientes a los Institutos de Botánica, Física, Farmacia, Química y Zoología.
Respecto a lo anterior, Guillermo Urrutia, Director de Finanzas de esta casa de estudios superiores, indica que durante el primer trimestre del 2010 se dará inicio a la reconstrucción del edificio de la Facultad de Ciencias. La moderna obra, que se emplazará sobre los pilares antiguos, será una estructura generosa en espacios de semipermanencia, como salas de estar para estudiantes y una cafetería. “Gran foco de luz que irradiará el Campus Isla Teja”, como señalan los arquitectos responsables, Albert Tidy y Daniel Lazo.
Renacer científico
Tal como el Ave Fénix, que resurge de las cenizas, la investigación científica de la Facultad ha renacido. Como todo volver a empezar, esto implicó grandes esfuerzos y el apoyo de instituciones nacionales e internacionales. En este sentido, la adjudicación de un creciente número de proyectos de investigación ha significado un enorme respaldo; este año se cuenta con más de 20 iniciativas en ejecución, financiadas por distintos fondos concursables, entre éstos figuran 12 proyectos Fondecyt Regular, 5 Fondecyt de Iniciación y 2 Fondef.
La Dra. Ilona Concha, Directora del Instituto de Bioquímica, piensa que la mayoría de los académicos y funcionarios de este Instituto han superado la tragedia, especialmente desde mediados del 2009, ya que recomenzaron sus proyectos de investigación en las instalaciones que la UACh dispuso para ellos. “Del mismo modo, aún cuando no tenemos el total de equipamiento necesario para dictar la docencia práctica, hemos afrontado los desafíos inmediatos y esperamos contar pronto con los dos laboratorios de docencia operativos”, comenta.
Dice que están muy agradecidos de las autoridades por la eficiencia que mostraron en revertir, en forma transitoria, la situación de la Facultad. “Por otro lado, es muy cierto, que muchos profesores y unidades no están en una situación definitiva, pero con la construcción del nuevo Edificio Pugin y del “Edificio de Ciencias II” se resolverán muchos aspectos pendientes, tanto para las unidades que se quemaron, incluidos nosotros, como para aquellas que siguen en instalaciones precarias”.
Agrega que no sólo los profesores y funcionarios están contentos, también los alumnos de la Facultad y de otras. Es motivante ver las caras de los jóvenes cuando ven que todo está funcionando con bastante normalidad, situación que igual hemos constatado en los estudiantes de postgrado”. Al respecto cuenta que este año han tenido un número sorprendente de postulantes al Programa de Doctorado en Ciencias, mención Biología Celular y Molecular, por lo deben trabajar más y mejor para que los alumnos de pregrado y postgrado que están en la unidad -y que estarán a partir del 2010- se motiven con el quehacer científico del Instituto.
Para el Dr. Roberto Schlatter del Instituto de Zoología, el rearme ha sido demoroso y aún faltan cosas, por ejemplo el no saber cuándo estará listo el edificio y el poder recuperar las colecciones científicas. Indica que “las esperanzas no se pierden pero toma tiempo, la investigación sigue y la docencia mantiene su excelencia. Ésta última creo que es la que menos ha sufrido, salvo en la parte práctica ya que se perdió el abundante y diverso material que representa en gran medida nuestra biodiversidad”.
La Dra. Paulina Schuller del Instituto de Física considera que “lo más importante es que en el transcurso de estos dos años nos hemos logrado reconstruir como personas y profesionalmente. Añade que durante el 2009 se ha reconstruido el Laboratorio de Espectrometría Gama (Laboratorio de Radioecología) del Instituto de Física, que se destruyó totalmente durante el incendio; destaca también que han accedido a importantes nuevos proyectos de investigación nacionales e internacionales durante el presente año y que simultáneamente se ha retomado la docencia, contribuyendo a la formación de alumnos de pre y postgrado, además de mantener la interacción con investigadores extranjeros en el área.
Por su parte el Decano, Dr. Carlos Bertrán, manifiesta su optimismo frente a lo que se avecina. “Si bien es cierto el incendio significó un tremendo impacto por su efecto devastador al interior de la Facultad y de la Universidad, con el correr del tiempo ese sentimiento fue cambiando gradualmente. Si en un principio sólo se vislumbraban problemas y dificultades, al poco tiempo estas empezaron a considerarse también como oportunidades para el fortalecimiento de la nueva estructura académica y administrativa de la Facultad”, señala.
Explica que el proyecto de reconstrucción del edificio Pugin, implica ahora la posibilidad de incorporar y distribuir los espacios de manera más armónica con las necesidades actuales y de desarrollo inmediato de las Unidades, además de contar con áreas destinadas a los estudiantes de pre y postgrado, necesidad largamente anhelada. Conjuntamente con lo anterior, la construcción del segundo edificio, que albergará a los Institutos que requieren de instalaciones de laboratorios de investigación con equipamiento más especializado y medidas de seguridad más exigentes, representará sin duda un avance importante en materia de certificación de dichas dependencias y la subsecuente acreditación para fines de investigación y docencia.