El lunes 26 de octubre de 2015 el Ingeniero Forestal Mario Romero defendió la tesis “Recuperación del bosque siempreverde luego de distintas intervenciones antrópicas en la Cordillera de la Costa de la Región de los Ríos, Chile”, para la obtención del grado de Doctor en Ciencias Forestales.
La presentación se realizó en la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh ante la comisión compuesta por el Decano de dicha Facultad, Dr. Andrés Iroumé; el Director de Escuela de Graduados, Dr. Rafael Coopman; el Profesor Patrocinante Mauro González y los Profesores Informantes Drs. Antonio Lara, Víctor Gerding y Aníbal Pauchard.
Mario Romero, Profesor Adjunto de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Católica de Temuco, explicó que los bosques siempreverdes de la Reserva Costera Valdiviana fueron su laboratorio de investigación. “Mi interés se centró en evaluar la respuesta de la flora y vegetación a diversas intervenciones antrópicas realizadas en bosques siempreverdes secundarios, como talas rasas con posterior quema de desechos y aplicación de tala rasa en fajas, a partir de la composición y estructural de la flora vascular y de los patrones de establecimiento de las principales especies arbóreas”, señaló.
La investigación fue financiada por el programa “Becas Gastos Operacionales” de CONICYT y por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 (CONICYT/FONDAP/15110009), del cual este trabajo forma parte de la línea Servicios Ecosistémicos.
“La importancia de este estudio radica en su novedad botánica y ecológica. Escasos son los antecedentes sobre recuperación de la flora y vegetación en bosques siempreverdes secundarios a nivel de su flora vascular, reconociéndose internacionalmente que uno de los principales atributos que permiten avanzar en los procesos de recuperación de ecosistemas degradados es la flora del lugar alterado y su estructura”.
Conclusiones
Según Romero, entre las principales conclusiones de este estudio “se encuentra que los bosques siempreverdes secundarios que se han visto alterados por disturbios antrópicos, poseen una capacidad de resiliencia que facilita el crecimiento y desarrollo a corto plazo de su flora vascular característica (incluyendo endemismos), constituyendo aquello un importante insumo para futuros proyectos de restauración ecológica en el área”.
Agregó que por ejemplo, se logró establecer que a 15 años de la aplicación de talas rasas con posterior quema de desechos, las especies del sotobosque presentan la mejor respuesta en términos de diversidad y abundancia. Mientras que, cuando el fuego no está presente, son las especies arbóreas las que aumentan su cobertura y densidad significativamente.
“Por otra parte, cuando las intervenciones han sido con propósitos silvícolas en bosques secundarios, la recuperación ha sido ventajosa en términos de regeneración y composición florística, siendo Nothofagus nitida, Drimys winteri, Laureliopsis philippiana y Amomyrtus luma las especies arbóreas más abundantes en términos de regeneración luego de 20 años de realizados los tratamientos”, afirmó.
Respecto a la finalización del programa, el profesional expresó que llega al final de esta etapa con gran alegría y con “el deseo cumplido de estudiar en la Universidad Austral de Chile y en particular en la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales. Estoy muy agradecido y orgulloso de haber trabajado con los Profesores Mauro González, Antonio Lara, Víctor Gerding y Aníbal Pauchard. He sido bendecido por poder trabajar en lo que más me apasiona: el bosque nativo y su maravillosa biodiversidad. Y he sido afortunado de poder contar con el apoyo de excelentes compañeros y amigos del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio. Solo espero que Dios me regale la oportunidad de cultivar la disciplina con pasión cada día y transmitir lo aprendido a las futuras generaciones”.