“Cultivos ancestrales en Chile: Quínoa y Papas Nativas” fue la exposición presentada por la Dra. Anita Behn, como parte del Curso de Actualización para Periodistas Agroalimentarios organizado por la Unidad de Vinculación con el Medio de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la Universidad Austral de Chile, con el apoyo de la Red de Periodistas y Comunicadores Agroalimentarios de Chile.
La profesora Behn, quien es académica del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la UACh, efectuó su presentación el 28 de octubre, contando con la asistencia de periodistas del área de instituciones públicas y privadas, así como de centros de investigación y medios de comunicación de todo Chile.
La investigadora partió su ponencia abordando la importancia de conservación de la quínoa (quinua, kinwa), distribuida desde Venezuela hasta Chile (entre Copiapó hasta Chiloé), explicando que pertenece al género Chenopodium: “Es uno de los cultivos más antiguos de la zona andina de Sudamérica. Su diversidad génica se traduce en un amplio rango de variación morfológica. Esta diversidad también existe en nuestro país, representada en el sur de Chile por el ecotipo ‘sureños’. Pese a que este germoplasma es nacional y al importante aporte nutricional de este alimento, la quinoa no había sido cultivada tan extensamente hasta hace unos años”, expresó la académica, citando distintas fuentes bibliográficas.
También señaló que se trata de una alimento saludable, con hasta un 23% de proteína, minerales como calcio, hierro y magnesio, vitaminas (C, E, B1, B2), niancina y fósforo, aminoácidos esenciales, con contenido en omega 6, con alta fibra soluble e insoluble, con un índice glicémico que es muy bajo y con gran potencial para contribuir a la seguridad alimentaria de diversas regiones del planeta.
Posee -agregó- una gran diversidad genética, de colores y formas. En ese contexto, señaló que la conservación del germoplasma había sido posible gracias a las comunidades locales: “Los últimos 50 años, las colecciones de germoplasma mantenidas ex situ han experimentado un significativo aumento, estimándose en 16.422 el número de accesiones conservadas a nivel mundial”.
A lo anterior añadió las instituciones que manejan bancos de germoplasma y colecciones que registran la información combinadamente en forma manual y computarizada, un ejemplo de ello son los bancos de germoplasma del INIA y el propio de la UACh.
Papas nativas
En relación a las papas nativas (poñi, poñü en mapudungún), explicó antecedentes de su origen y distribución a nivel mundial, informando que en el caso de Chile, investigaciones arqueológicas de la UACh en Monte Verde la sitúan hace más de 14.000 años entre restos de vegetales, evidenciando ser parte de la dieta humana temprana.
En tanto, a la importancia agroalimentaria del cultivo de papa, se le ubica en cuarto lugar después de maíz, trigo y del arroz. Resaltó su valor alto valor nutritivo, ya que “100 gramos de papas al vapor, sólo tiene 70 calorías, sin grasa, sin sodio, sin colesterol y sin gluten. Obteniendo casi la mitad de la dosis diaria de vitamina C, más potasio que en un plátano, mucha vitamina B6, fibra, magnesio y antioxidantes”, subrayó la académica.
También relató el trabajo efectuado por el Banco de Germoplasma de Papas de la UACh, que desde 1956 y gracias al trabajo inicial del Prof. Andrés Contreras (Q.E.P.D.), se encarga de la preservación de la diversidad genética nacional de este cultivo.
“Proteger la biodiversidad de las papas es un aporte para la humanidad y permite la preservación de la especie y de la cultura. Esto requiere de la ayuda de instituciones gubernamentales, no gubernamentales, comunidades indígenas y trabajadores agrícolas, es decir, de la comunidad en general”, resaltó la Dra. Behn.
Finalmente, dio a conocer el proyecto FIC20-39 “PLUS Papas de Colores + nUtritivas y Saludables”, que actualmente dirige, enfocado en darle valor agregado a las papas nativas chilenas, generando información nutricional y nutracéutica, transfiriendo el conocimiento tecnológico a los agricultores y desarrollando un modelo de negocio que haga de este cultivo una opción real de producción para la agricultura familiar campesina (AFC).
La actividad fue moderada por Hardy Avilés, Periodista del Consorcio Lechero y de la Revista Infortambo. Contó con el apoyo de la Dra. Silvana Bravo, coordinadora de Vinculación con el Medio de esta Facultad, y de la encargada de comunicaciones de la misma unidad, Paola Segovia.