Crecientemente, las áreas protegidas, tanto privadas como públicas, necesitan demostrar su contribución al bienestar local, más allá del valor intrínseco de la biodiversidad que protegen. Para ello, es necesario contar con indicadores de bienestar humano que permitan monitorear la contribución de las áreas protegidas. A medida que la importancia de las áreas protegidas se ha vuelto cada vez más evidente, también lo ha hecho la necesidad de generar indicadores rigurosos de bienestar humano para estas áreas. Dichos indicadores pueden ayudar a comprender mejor los impactos sociales y económicos de las áreas protegidas, así como a monitorear su progreso hacia objetivos de conservación nacional.
Por ello, las coautoras Kelly Biedenweg, profesora asociada de Oregon State University y becaria de Comisión Fulbright Chile en el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile; María José Martínez-Harms, investigadora de IEB, CiiCC-UST y SECOS; y Laura Nahuelhual, investigadora de la U. de Los Lagos, SECOS e IDEAL, elaboraron el manual para la creación de indicadores de bienestar humano en áreas protegidas de Chile, que proporciona una guía paso a paso para la selección y aplicación de indicadores efectivos de bienestar humano en la planificación de áreas protegidas, tanto públicas como privadas.
“La gestión y administración de las áreas protegidas del Estado es fundamental para garantizar la conservación de los ecosistemas boscosos y xerofíticos para enfrentar la crisis climática y proveer de bienes y servicios a la comunidad. En una gestión efectiva es imprescindible incluir el bienestar humano como un componente clave”, menciona el Director Ejecutivo de CONAF, Christian Little.
De esta forma, el manual entrega ciertas recomendaciones como, por ejemplo, que la creación de indicadores de BH debe desarrollarse de manera participativa, involucrando a las partes interesadas y las comunidades locales (tanto ganadores como perdedores), para garantizar que los indicadores de bienestar humano sean específicos del contexto y reflejen las necesidades y valores de las personas que viven en y alrededor del AP. Además, el documento menciona otros aspectos prácticos como la importancia de contar con alguien del equipo de planificación dedicado a la creación y aplicación de indicadores o que los indicadores de BH deben tener validez conceptual, ser medibles y deben responder a las necesidades de manejo y reporte para que sean fáciles de comunicar a los actores interesados y al público en general, entre otros puntos.
«La creación de indicadores de BH es un paso importante hacia la promoción de prácticas de conservación que prioricen tanto el bienestar de la biodiversidad como el de las comunidades locales que viven en las AP y sus alrededores. Este manual proporciona una guía paso a paso para que los planificadores creen indicadores integrales y específicos del contexto del AP en cualquier etapa de la implementación del plan de manejo. La aplicación de este manual podría informar los procesos de toma de decisiones y el desarrollo de políticas en AP, lo que conduciría a mejores resultados de conservación pudiendo mejorar el BH, especialmente cuando se integre en los procesos de manejo adaptativo«, explican las autoras en el documento.
El lanzamiento contó con la participación de la Doctora en Ciencias de la Conservación de la Biodiversidad María José Martínez, quien realizó la presentación del manual, el que fue posteriormente comentado por Francisco Araos, antropólogo y académico de la U. de Los Lagos. Además, una mesa redonda abordó los distintos aspectos incluidos en el manual, en la que participaron las autoras junto al Director Ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal.
Revisa el manual en este enlace.