– Hallazgos confirman la extrema relevancia de la zona para la conservación de estos grandes cetáceos y sugerirían la existencia de una zona de reproducción que ratifica la necesidad de decretar a esta zona como Área Marina y Costera Protegida (AMCP).
– Sin embargo, cunde la preocupación por basuras encontradas, originadas por la actividad humana, y arrastradas por las corrientes hacia las áreas de alimentación de las ballenas.
Valdivia 4 de mayo.- Luego de permanecer por cerca de tres meses en la zona del golfo de Corcovado y Chiloé, en el marco del proyecto «Ecología y conservación de la ballena azul en Chile», un equipo de científicos de la Universidad Austral de Chile (UACh) y el Centro Ballena Azul (CBA), liderados por el Dr. Rodrigo Hucke-Gaete (Instituto de Ecología y Evolución UACh), consiguió registrar 65 avistamientos de ballenas azules (Balaenoptera musculus) y 51 ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) lo que confirma la existencia de uno de los hábitats para cetáceos más importantes de Chile, y el planeta.
«Para esta temporada, enero a marzo de 2006, nos habíamos fijado la meta de ratificar la presencia de ballenas azules en esa zona del golfo de Corcovado, lo que ha quedado absolutamente validado con estos avistamientos. En adición, los registros de ballenas jorobadas confirman sin lugar a dudas, a esta zona como una de las más relevantes para la conservación de estas especies en el Hemisferio Sur», comenta el Dr. Hucke-Gaete.
Cabe señalar que fue en el año 2003, cuando investigadores del Centro Ballena Azul descubrieron una importante agregación de ballenas azules en actividades de alimentación y crianza en el área del golfo de Corcovado. «Este hito científico avaló el esfuerzo que veníamos desarrollando desde el año 2000 en la zona, y por otro lado, nos empuja a volver año tras año a estudiar al animal más grande de la Tierra», sostiene el Dr. Hucke-Gaete.
Durante los primeros años (2000-2002), los investigadores sólo podían realizar avistamientos oportunísticos desde barcos de pasajeros y carga que realizaban su ruta entre Puerto Montt y Puerto Natales; no obstante, en las siguientes temporadas (veranos del 2002-2003, 2003-2004 y 2004-2005) los investigadores del Centro lograron establecer base en Melinka, y contar con embarcación propia que les permitió acercarse a los animales con mayor autonomía y equipamiento para realizar estudios científicos concretos, el caso de la fotoidentificación, implantación de transmisores satelitales y obtención de muestras genéticas.
En esta expedición, y gracias a un proyecto colaborativo con el canal BBC de Inglaterra, el CBA contó durante tres semanas con un velero/motor y un helicóptero que les permitió expandir el área de estudio hacia zonas más alejadas de Melinka (ubicada en la isla Ascensión) pudiendo prospectarse el área de la isla Guafo, islotes Guapi Quilán, bahía TicToc y el canal Moraleda.
En este sentido, el Dr. Hucke-Gaete destaca que «al permanecer más tiempo en el mar, pudimos observar que muchos sectores del golfo son de extrema relevancia para las ballenas. Incluso observamos potenciales comportamientos sexuales nunca antes registrados en la zona, sugiriendo que podría corresponder a una zona reproductiva. Asimismo, las tomas aéreas realizadas por la BBC con cámaras de última generación nos permitieron observar con detenimiento las notables estrategias de alimentación que utiliza la ballena azul, que nos sorprendieron por su eficacia y delicadeza, a pesar de tratarse de animales que pueden llegar a pesar más de 150 toneladas».
Identificación de ballenas: retrato y genética
Otro de los objetivos planteados por el CBA era la ampliación de su catálogo de foto-identificación, que hasta antes de esta expedición contaba con alrededor de 2 mil 600 fotografías y 46 individuos efectivamente identificados. En esta oportunidad se fotografió a un total de 30 ballenas azules y 20 jorobadas, y en la actualidad, los investigadores trabajan en el análisis del material para verificar si se trata de animales nuevos en el área o de visitantes frecuentes vistos en años anteriores.
Para el caso de las muestras genéticas, los investigadores obtuvieron ocho, cuatro correspondientes a ballenas azules y cuatro a jorobadas. Estas muestras serán analizadas en colaboración con el Dr. Howard Rosembaum del Museo de Historia Natural de Nueva York, con el fin de encontrar relaciones filiales entre las ballenas que frecuentan el área, así como la existencia de relaciones con animales de otras poblaciones en el mundo.
Un triste descubrimiento: basura en el mar
Uno de los descubrimientos más preocupantes realizados en la zona fue la cantidad de basura encontrada en el mar, arrastrada por las corrientes hacia las zonas de alimentación de los cetáceos. «Los desperdicios sólidos, como bolsas plásticas, cuerdas y poliestireno espandido (plumavit), que tienen su origen en las actividades humanas, son extremadamente dañinas para las ballenas y otros animales, ya que tienden a acumularse en zonas donde se juntan las masas de agua -denominados frentes oceanográficos-. Es precisamente en estas zonas donde el alimento de las ballenas, delfines, lobos marinos y aves se congrega y al momento de alimentarse, ingieren este material no degradable que puede ocasionarles la muerte», indica el Dr. Hucke-Gaete.
«En general, cada año sabemos un poco más del comportamiento de la ballena azul, así como también de cuáles son las áreas que estaría utilizando cotidianamente para su alimentación y cuidado parental, por lo que se nos presenta con más claridad la necesidad de conservar el hábitat de este animal en vías de recuperación luego de una trágica historia de explotación», señala el Dr. Rodrigo Hucke-Gaete.
Por ello, enfatiza que ahora más que nunca, es urgente que se concrete la decretación del Área Marina y Costera Protegida (AMCP) de uso múltiple que permita la protección de las ballenas azules y el ecosistema marino que las sustenta en la zona de Chiloé y Corcovado (X y XI Región), la cual ha sido propuesta por el CBA, la UACh y CONAMA X y apoyada con entusiasmo por la Intendencia de la X Región, así como por otros organismos de Gobierno y de la sociedad civil.
Al respecto, el Dr. Hucke-Gaete indica que «esta es una zona compleja, en donde confluyen diversos actores con múltiples intereses, no obstante, estamos seguros que la generación de reglas claras no sólo permitirá la protección de la ballena azul y su ecosistema, sino que también la continuidad y desarrollo de actividades productivas sustentables. La conservación no tiene porque limitar el desarrollo, en la medida en que se logren acuerdos concensuados y se comprendan y visualizen las inmensas proyecciones de esta iniciativa», opina el investigador.
Sobre WWF en Chile
El trabajo de WWF Chile, se concentra en la Ecorregión Valdiviana (VII a XI Regiones y área adyacente en Argentina) con un enfoque en: investigación y planificación para la biodiversidad, apoyo para la consolidación del sistema de áreas protegidas, promoción del uso sustentable del bosque nativo, protección y recuperación de especies amenazadas y conservación comunitaria de los bosques templados lluviosos del sur de Chile. Además, WWF Chile apoya las iniciativas de investigación del CBA, en torno a la ballena azul y a la planificación de su ecosistema; así como también, junto al CBA, CONAMA y muchos otros socios, promueve el estrableciemiento, en forma urgente, de un Área Marina Costera Protegida para el golfo de Corcovado, a fin de proteger uno de los hábitat vitales para la conservación de este mamífero marino.