Dentro de la comunidad existen muchas creencias sobre el cuidado de la voz, símil a la automedicación, fuera de lo que la evidencia científica ha comprobado y, sin ser conscientes del impacto que significa deteriorar nuestra voz o predisponernos a problemas futuros. Tal como dice una canción y adaptada a esta realidad: “Nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes…”
Creencias como: “Las disfonías las soluciono solo con miel y limón”, “tengo disfonía porque estoy resfriándome”, “si tengo problemas de voz lo soluciono con infusiones de hierbas”, “si tengo disfonía voy a la farmacia y compro algún producto con concentrado de propóleo o menta”, incluso validando el uso de tabaco y/o bebidas con alcohol como un medio de aliviar síntomas, sin saber que todos estos remedios caseros incluso podrían generar un mal mayor.
Hoy, 16 de Abril, Día Mundial de la Voz, los invito a reflexionar sobre el cuidado de la voz de esta manera: “Piense que su laringe, órgano especializado en los seres humanos como una fuente de generadora de sonido mediante la vibración de los pliegues vocales, es un instrumento musical único e irremplazable, irreparable si es que usted utiliza los elementos inadecuados en su mantención, cuidado y limpieza, instrumento que lamentablemente el fabricante no nos ha dejado piezas de reemplazo en caso deteriorarlo o dañarlo.”
No todos usamos la laringe como un instrumento musical y no tenemos por qué saber de técnica vocal ni saber intuitivamente como cuidarla, pero cierto es que todos necesitamos de ella como un instrumento de comunicación y expresión de emociones, aún más si se usa como herramienta de trabajo. Por este hecho es que se torna importante recibir formación en cuidados de la voz impartida por fonoaudiólogos, profesionales capacitados en el comportamiento de la fisiología vocal y en la formación de diestros ejecutores de la voz en todo contexto comunicacional, ya sea en uso vocal cotidiano, o uso de alta demanda vocal como cantantes, actores, locutores, profesores, abogados, etc.
La Vocología, subdisciplina fonoaudiológica donde se desarrolla la ciencia y la salud vocal, actualmente pone al servicio de la comunidad una visión de constante búsqueda de la seguridad, eficiencia y confort en la formación de los usuarios de voz. La evidencia científica ha señalado como norma básica de cuidado vocal que hoy es el día de comenzar a consumir más agua, evitar el consumo de irritantes como el alcohol, café y tabaco en excesivas cantidades, no abusar del uso de su voz, y en caso de sentir molestias, no se auto medique, consulte al fonoaudiólogo de voz más cercano, porque no todas las sensaciones de fatiga vocal y disfonías son simples resfríos.
Alejandro Herrera Torres
Fonoaudiólogo
Profesor Adjunto – Unidad de Voz y Vocología, Escuela de Fonoaudiología UACh