Luego de haber presentado un exitoso programa de música barroca en la Iglesia Luterana en el mes de mayo, la Orquesta de Cámara de Valdivia (OCV) continúa con su programación 2011 con nuevas presentaciones entre el 6 y 9 de junio en Valdivia, Máfil y La Unión. El concierto oficial en Valdivia se realizará el jueves 9 de junio a las 20 horas en el Aula Magna de la UACh.
En este cuarto programa de la temporada la Orquesta será dirigida por el destacado director chileno Eduardo Browne, Director Artístico y Titular de la Camerata Universidad de los Andes, de la Banda Sinfónica Universidad de Chile y Director de la Serie de Conciertos para la Familia de la Orquesta Sinfónica de Chile. Tiene grados de Magíster de Johns Hopkins University y de Juilliard School y fue Director Residente de la Fort Worth Symphony (Texas, EEUU) desde 2001 hasta 2004. Como director invitado ha dirigido conciertos y óperas en Estados Unidos, Chile, Venezuela, Perú, Argentina, Filipinas y Malasia.
Obras de los compositores Joseph Haydn (Austria), Aaron Copland (EEUU) y el chileno Sebastián Errázuriz forman parte del repertorio del programa. Actuará como solista Eduard Shvarts, cellista e integrante de la OCV con estudios musicales en Rusia y EEUU.
En palabras del maestro Browne en esta ocasión el público podrá escuchar dos piezas musicales clásicas. “El Concierto para cello en re mayor de Haydn, que de los conciertos para cello es el más tocado y Primavera en los Apalaches de Copland, la pieza norteamericana más interpretada dentro y fuera de Estados Unidos. Son dos piezas clásicas de la época de 1780 y 1940 y que se caracterizan por su música melódica”.
“La manufactura de la obra de Copland pese a ser muy compleja tiene una melodía agradable y reconocible. Eso es lo que logró hacer Copland con sus obras y por eso es un compositor tan conocido. Haydn logra lo mismo, porque su concierto está lleno de melodías muy bonitas y cantables. Pese a que tiene una dificultad compleja para el cello tiene un trasfondo de mucha paz, es una melodía pacífica. Estas características hacen que estas piezas musicales tengan mucha cercanía con el público”, explica Browne.
Por otro lado, el compositor chileno Sebastián Errázuriz con Siete proposiciones sensibles pero sensatas, “trata de establecer una atmosfera enrarecida donde todo es altamente disonante, pero mostrada de una forma muy expresiva y entretenida dentro de este ambiente de combinaciones de notas muy disonantes”.
Junto con invitar al público a asistir a los conciertos de la OCV, el maestro Browne expresa claramente lo que debe significar la música para la vida de las personas. “La música no es para relajarse, es para vibrar. Por eso que la música de fondo es una estupidez, porque niega el componente emocional potente que tenemos que es lo que hace bien a los seres humanos. Necesitamos que la música nos transforme, nos pegue un remezón impresionante, lo que puede suceder en un concierto de una hora y media”.
La OCV depende de la UACh y es financiada con el aporte del Fondo para el Fomento de la Música Nacional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.