Así como los terremotos son verdaderas pruebas que deben superar los profesionales de la construcción, los procesos de reconstrucción son pruebas que deben superar los profesionales de la gestión. “Cuando aparece la tarea de reconstruir, el país espera que sus profesionales estén a la altura, y circunstancias como éstas nos obligan a revisar si estamos entregando las herramientas adecuadas”, dice César Pino, Director Académico de la Sede Puerto Montt de la UACh.
El desafío se presenta en diversos ámbitos, como la logística, que se preocupa de asegurar la distribución oportuna de los productos, lo que incluye la correcta planificación de la producción y la gestión eficiente de los inventarios. “Muchas veces las empresas generan productos de calidad, pero no están en la cantidad necesaria, ni en el lugar donde se necesitan”, comenta la profesora Jessica Bull. “Reflexionemos sobre cuántos días pueden permanecer nuestras ciudades sin abastecimiento de productos básicos”, continúa. Para asegurar un buen funcionamiento del sistema, es indispensable contar siempre con información actualizada, compartir esta información en los diferentes niveles de la cadena (proveedores, empresa y clientes), establecer reglas claras y fáciles de implementar, y descentralizar la operación.
Alex Cisterna, profesor de Evaluación de Proyectos, advierte sobre los riesgos del sentido de urgencia. “Es cierto que la reconstrucción debe ser rápida”, dice, “pero las cosas deben ser bien hechas a la primera, por eso las soluciones deben ser bien evaluadas”. Como a menudo los procesos de evaluación de proyectos son largos, el experto recomienda establecer políticas comunes para casos similares que no involucren grandes inversiones, y centrarse en los aspectos críticos más que en la totalidad de los detalles. Y sobre la evaluación ambiental, la profesora Alexia Quiroz manifiesta su preocupación ante la tentación de saltarse pasos. “Es comprensible que se quiera recomponer lo antes posible la infraestructura productiva de las zonas afectadas”, afirma, “pero un proceso de reconstrucción no es una oportunidad para actuar sin restricciones, sino más bien una oportunidad para corregir errores”.
Buscar oportunidades dentro de la catástrofe es también el planteamiento de la profesora Gabriela Manoli, especialista en innovación y emprendimiento. Hace unos días estuvo analizando con sus alumnos un conjunto de innovaciones que surgen en estos casos. “Hay gente que logra convertir el dolor de estos sucesos en energía positiva para crear soluciones”, señala. Y manifiesta su compromiso para que los futuros ingenieros industriales tengan esa actitud cuando les corresponda hacerse cargo de un proceso de reconstrucción.